Ya pasaron San Lorenzo y Cruzeiro. Ahora, es el momento de verse las caras. Boca y River disputaron sus partidos de Copa y a ambos les fue bien y mal al mismo tiempo, porque en la Libertadores, donde el gol de visitante se duplica, el 2-1 no suele festejarse demasiado y un 1-2 tampoco cae mal.

El miércoles a la tarde Boca le ganó 2-1 al Cruzeiro en La Bombonera, pero mereció haberlo hecho por uno o dos goles más y ni siquiera debió sufrir uno en contra. Dos horas después, en el Nuevo Gasómetro, San Lorenzo hizo lo propio con River y pocos en el "Millonario" lo lamentaron.

"El triunfo es lo más importante, aunque queríamos un resultado más amplio y que no nos marcaran un gol. Generamos situaciones para lograr una diferencia mayor. Creo que jugamos un gran partido. Lo importante era ganar, ahora ellos son los que están obligados", opinó Carlos Ischia.

"La serie todavía no está cerrada, quedan noventa minutos más en nuestra cancha y vamos a tener por delante un gran partido. Se dio el partido que esperábamos", consideró Diego Simeone.

Medio contento River, medio triste Boca. Así llegarán ambos al Superclásico de este domingo en La Bombonera, cuando lo que esté en juego sea el liderazgo del Clausura que está en manos de River (27) y Estudiantes, y que Boca (23) mira dese el cuarto puesto.

¿Qué será del "xeneize" entonces? Ischia precisó: "Es posible que jueguen todos los titulares, aunque vamos a ver la evolución de Battaglia, que salió golpeado. Pero lo más factible es que jueguen los mismos titulares, más Morel Rodríguez. Ibarra necesita más tiempo para recuperarse".

Simeone, por su parte, dijo que "a partir de ahora vamos a pensar en el Superclásico y desde el lunes otra vez en esta serie". "Es un partido importante para la gente, para el club y para los jugadores. Vamos a utilizar a los futbolistas que tengan más aire y a ver cómo se presentan ellos".

Vuelta de página. Capítulo Clausura y el lunes, otra vez la historia copera, que cargará con un Superclásico sobre sus espaldas.