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Moyano cederá espacio en la CGT | ||
Todos los grupos sindicales piden representación en el cuerpo, de cara a las elecciones. Por solicitud de los K, Caló debe tener un lugar. | ||
Por NICOLÁS WIÑAZKI BUENOS AIRES (ABA).- Hugo Moyano pierde poder dentro de la CGT. Las negociaciones para terminar de cerrar su reelección lo obligaron a ceder espacios frente al avance de sus opositores, el sector de los "Gordos" y de los "independientes". El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, lo convenció de que es mejor garantizar su segundo mandato a cambio de entregar lugares estratégicos en la conducción cegetista. Moyano acepta a regañadientes, pero puso como límite a Luis Barrionuevo, su máximo adversario en la interna gremial. Esta semana, en una reunión en la UOM, en la localidad bonaerense de Villa Lugano, los opositores a Moyano le dijeron que aceptarían que las elecciones de la CGT se realicen en julio, pero a cambio piden que el camionero asegure que en su segunda gestión como líder de los gremios todos los grupos sindicales tengan representación entre las máximas autoridades de la central de trabajadores. Moyano, que hasta hace pocas semanas se negaba a aceptar esos pedidos, comenzó a ceder. Entiende que necesita de los "Gordos" (Comercio, Luz y Fuerza, Sanidad) y de los "independientes" (UPCN, la UOCRA) para alcanzar la cantidad suficientes de congresales que votarán por su reelección en el llamado comité Confederal -integrado por 1.600 delegados-, el ámbito donde la CGT elige a su titular. "Hugo había tomado todo el poder y puso a todos hombres del Transporte en las secretarías de la CGT. Ahora va a tener que aceptar que las reglas cambiaron", analizó frente a "Río Negro" un funcionario del Ejecutivo que, por sus funciones, dialoga a diario con los gremialistas. El gobierno, a través de Julio de Vido (ministro de Planificación Federal) y de Tomada, tomó partido en las interna de la CGT. De Vido negocia con todos los sectores: tiene una excelente relación con Moyano (que mantiene influencia directa sobre la secretaría de Transporte ), pero también atiende los reclamos de los "Gordos" (su interlocutor es Armando Cavalieri, de Comercio) y logró sellar una alianza con Gerardo Martínez, de la Construcción, el gremio más beneficiado por los planes de obra pública oficiales. De Vido y Tomada hicieron un doble trabajo de lobby. Por un lado, "ablandaron" a Moyano para que acepte el ingreso de los "Gordos" y Martínez -su enemigo histórico- en la nueva CGT. Por el otro, convencieron a los adversarios del camionero (como Cavalieri, de Comercio) para que apoyen su reelección a cambio de tomar posiciones en la cúpula de autoridades. La operación oficial incluye a otro protagonista. Por pedido de los Kirchner, y del diputado Carlos Kunkel, Antonio Caló, líder de la UOM, también tendría un lugar destacado en la CGT. El Gobierno quiere que sea el nuevo secretario adjunto, cargo que hoy ocupa el "devidista" José Luis Lingeri, de Aguas. Caló tiene una excelente relación con la Presidenta. Aunque jamás lo van a admitir en público, e incluso lo alimenten ellos mismos, los Kirchner consideran que el camionero tiene demasiado poder y que hace falta generarle un contrapeso interno en la mesa de decisiones de la CGT. Su candidato es Caló, que se transformaría así en el "caballo de troya" de los Gordos y Barrionuevo, quienes alientan su designación como dos de Moyano. El jueves 24, en un acto en en el distrito bonaerense de Ezeiza, Kirchner compartió escenario con los dos, el camionero y el metalúrgico. Una imagen que, a pesar de Moyano, se va a volver a repetir en el futuro. | ||
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