EL BOLSÓN (AEB)- Un convenio de cooperación e información entre el municipio local y autoridades e instituciones de la región de Calabria (Italia) fue suscripto ayer en el comienzo de una visita de tres funcionarios de la península itálica a El Bolsón.
El intendente Oscar Romera y su par de la Comuna Montana Silana, Luigi De Vicenti; Salvatore La Porta, del Instituto Superior Calabrese de Política Internacional (Iscapi), y Carlo Carbone, profesor de la Universidad de Calabria, fueron los protagonistas del acto efectuado en el "hall" comunal.
El acuerdo -de tres años de duración y renovación automática- contempla en el corto y mediano plazo el viaje de una a otra región, de diez rionegrinos y diez calabreses calificados, para intercambiar información y propuestas de colaboración internacionales en cuestiones socioculturales, turísticas, artesanales, medioambientales, de difusión del idioma y comerciales.
Según explicó Salvatore La Porta en un aceptable español, en la primera etapa del protocolo, la aspiración es conocerse mejor entre los pueblos, sus respectivas geografías, modos de vida e intereses, para después eventualmente avanzar a asuntos más mundanos como lo comercial.
El acuerdo tiene el respaldo del gobierno de Río Negro y la Legislatura, según expresó Carmela Tursi, presidenta de la Asociación Calabresa Norpatagónica, de Viedma, una de las promotoras de la iniciativa.
Más allá de los formalismos protocolares usuales en este tipo de acontecimientos, lo valioso fue la emotividad del momento. La concejala Cecilia Gori (UCR), quien es profesora de historia, aludió a las raíces fuertemente italianas de los argentinos; Leonardo Bellomo, el asesor contable del municipio narró conmovido, la llegada de su abuela calabresa en el primer cuarto del siglo XX, expulsada de Europa durante la Primera Guerra Mundial.
De su lado, los italianos destacaron que "Calabria se está abriendo al mundo" y añadieron que su región lleva adelante el "Programa Pitágoras al Mundo" por ser el lugar donde el gran filósofo y matemático griego (aproximadamente 582 a.C - 507 a.C.) desarrolló su segunda escuela de pensamiento. Justamente, un exquisito vaso de cerámica con forma de ánfora, manufacturado con la tierra del lugar donde Pitágoras se afincó en el exilio, fue obsequiado por los italianos al intendente Romera.