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	El primer médico oficial del Chubut Hércules Musacchio, bastón en mano.

" El acuchillado Mayorga. Cuando los policías de Cholila, Chubut, creyeron haber muerto al maestro Vicente Calderón en la noche del 3 de junio de 1908- y lo abandonaron en un mallín, mataron luego a su peón y fugaron de Cholila. El nombre del peón no figuró en la memoria escrita del maestro, pero el evocador Juan I. Tamburini creyó que se llamaba Nahuel. El periodista Enrique Mayocchi, rescató esta tragedia de la versión de Tamburini (incluido Nahuel) para la historieta "Figuras de nuestra tierra" (1975) que dibujaba Eduardo Miranda. Una investigación sobre el tema que emprendió-varias décadas atrás- quien esto escribe, halló en expedientes del Ministerio del Interior (Archivo General de la Nación) los antecedentes del policía Guillermo Landalde, que capturó a los policías criminales. De ese expediente, del que se dará cuenta en nota futura, figura el nombre del peón acuchillado. Se llamaba Asunción Mayorga.

" La versión de la prensa. Recién el lunes 15 de junio la noticia del salvaje atentado apareció en La Prensa. Estaba plagada de errores, no hablaba de la muerte del peón y tampoco relacionaba el episodio con la denuncia llevada por Bonansea a Rawson y redactada por Calderón. Señalaba que el maestro de Cholila ya no lo era, y en cambio lo creía en funciones policiales. Los gruesos errores comenzaban en los titulares. "Chubut. Pelea entre policianos. Un comisario inspector herido. Colonia 16 de octubre, junio 14. El 3 del corriente fue herido gravemente en el lado izquierdo del cuello el señor Vicente Calderón, ex director de la escuela de Cholila, y recientemente nombrado comisario inspector de policía, por el sargento Diego Batilana y agente Ayala quienes lo dejaron por muerto en la misma casa. Pasados los primeros momentos de sopor que le causara la herida -continuaba la crónica- alcanzó a llegar a la casa del vecino Sixto Pérez (por Gerez) donde consiguió caballos y un peón que lo trasladó a esta (por Esquel). Aquí es asistido por el médico doctor Musacchio (Hércules) quien diagnosticó la herida de grave". La nota aclaraba que no había mediado nada que diera margen al atentado criminal, y agregaba: "Salió una comisión en persecución de los criminales compuesta por un oficial de policía, un sargento, y dos agentes pésimamente montados, pues a tres leguas de Esquel ya tenían cansados los animales y solicitaron auxilio a un vecino de ésta, que les facilitó una tropilla de caballos".

" Primer médico en Esquel. Resulta curioso que la noticia resultó tardía, ya que el maestro herido y llevado a Esquel estaba en la casa de Merardo Morelli, a cargo del telégrafo. El relato que Calderón contó años después completó la secuencia desde que despertó en el mallín donde lo dejaron por muerto. Dijo que se incorporó y: "arrastrándome, cayendo en menucos y pantanos, conseguí hacer una legua y llegar a la casa del vecino don Sixto Gerez, uno de los pocos argentinos que poblaba la zona. Allí me atendieron solícitamente y consiguieron pararme la peligrosa hemorragia. Comprendí que...debía huir del alcance de esa policía pervertida que seguramente no descansaría hasta liquidarme. Pedí a don Sixto Gerez un caballo y montando en pelo emprendí la marcha a las tres de la mañana del 4 de junio rumbo a Esquel". Siete horas después llegó a lo de Morelli. La casualidad de que el médico de la gobernación llegara en gira desde Rawson, lo salvó. "Al cabo de un mes y medio estaba completamente restablecido y mi primer impulso fue volver a Cholila -evocó Calderón según su memoria- a seguir mi obra de argentinización..." pero al inspector de escuelas le pareció temerario y el Consejo Nacional de Educación lo destinó "a la colonia indígena de Nahuel Pan".

" Maestro y médico, calles de Trelew. Con el argumento de que Vicente Calderón fue el primer maestro argentino del Chu-but y el Dr. Hércules Musacchio el primer médico oficial del gobierno territorial, la ordenanza 167/70 de la ciudad de Trelew designó oportunamente dos calles con sus respectivos nombres.

(Continuará)

FRANCISCO N. JUÁREZ

fnjuarez@sion.com