NEUQUÉN(AN).- En la sesión del cuerpo colegiado del 1 de abril, el Consejo Provincial de Educación (CPE) aprobó siete propuestas institucionales de colegios secundarios de la capital. Entre los proyectos se inscriben la experiencia de turismo aventura del CPEM 26 del barrio Gregorio Álvarez, y la de una currícula con orientación estético-expresiva del CPEM 54 de San Lorenzo Norte. El objetivo es reforzar los lazos de pertenencia a la escuela, a partir de alternativas vinculadas al arte y al deporte.
En el CPEM 54 se realizan desde hace cuatro años talleres de tutorías, de prevención de adicciones junto al Centro de Salud y el servicio de adicciones del Hospital Castro Rendón, y de género y salud sexual reproductiva. Este año la apuesta fue mayor: crear un bachillerato con orientación artística, articulado con la Escuela de Música.
"Después del fusilamiento de Carlos (Fuentealba), nos juntábamos los directivos en la plaza para pensar como seguir, porque nos costaba mucho volver. Ahí conocí a la gente de la Escuela de Música y empezamos a trabajar. En la plaza", relató la directora Silvana Cinat. "Empezamos a pensar un plan de estudios nuevo, viendo que nuestros chicos y chicas tenían un especial interés en la música, pensamos que eso les permitiría fortalecer su autoestima", afirmó.
La orientación incluye materias como coro, audioperceptiva, música (instrumento), teatro, y mayor carga horaria en asignaturas como literatura, plástica, y del área de sociales. "Hay jóvenes del oeste que abandonan sus clases en la Escuela de Música porque no pueden pagar el colectivo, o porque les es imposible ingresar", dijo Cinat.
Sergio Melo, profesor y músico, destacó la propuesta por considerar que se trata de una "victoria", una avanzada del área estético-expresiva dentro de la educación formal.
"Trabajaremos en la adaptación del repertorio, porque entendemos que lo primero es acercar a nuestros alumnos a la música popular que tiene los mismos elementos técnicos para analizar que el académico", explicaron Melo junto a la jefa del departamento, Elizabeth Laplace.
Jairo es un alumno de primer año que vivió este cambio. "Yo de chico que vengo con la música, entré a practicar, y hace cuatro años que toco la batería, también la guitarra, el bajo, y el teclado. Si me hablan de música yo estoy ahí y no voy a parar. Una cosa es pisarlo, entrar, probarlo, y ahí se enganchan", aseguró con fervor.
"La idea es comenzar esta semana con los talleres de guitarra abiertos a la comunidad, también pesamos abrir los de género y adicciones a los padres de nuestros chicos y chicas", afirmó la directora.