SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La policía provincial confirmó ayer que agentes de la Policía Federal que integraron la guardia de seguridad del Pesaj sufrieron el robo de documentación y un arma de fuego en el hotel donde se alojaban en Bariloche.
El o las personas responsables del hecho seguían siendo buscadas, sin demasiadas pistas.
Las celebraciones de la pascua judía reunieron a reconocidos y acaudalados miembros de esa comunidad religiosa en el Hotel Llao Llao que, como todos los años, permanecía ayer cerrado para otros visitantes y rodeado de rigurosas medidas de seguridad.
El confuso hurto a los policías federales tuvo lugar el jueves pasado, en un hotel céntrico de esta ciudad donde se alojaba la delegación.
La información intentó mantenerse bajo estricta reserva en un primer momento, pero después de una publicación periodística realizada ayer las autoridades de la fuerza de seguridad provincial reconocieron que se encontraban investigando el caso.
Según la información publicada por el matutino "El Cordillerano", "un efectivo de la Policía Federal denunció que sujetos desconocidos ingresaron a la habitación del hotel de la calle 20 de febrero al 500, donde están alojados varios uniformados, y les sustrajeron información confidencial que estaba en el lugar, un arma de fuego e indumentaria".
En el detalle de los elementos sustraídos -que no fue confirmado por la policía provincial- destaca una carpeta de la "Red Internacional Anti Terrorista" que contendría listados de los pasajeros alojados en el Llao Llao y de los vuelos de ingreso y regreso, con número y fecha.
También se habría robado el listado con los números de teléfonos celulares del per
sonal de la DAIA que utilizaban los agentes federales para su trabajo, y una pistola BERSA calibre 380, "cachas de nogal, pavonado negro, con cargador completo de siete proyectiles y uno en recámara" e indumentaria.
El jefe de la Regional Tercera de la Policía rionegrina, comisario Jorge Villanova, puso en duda los datos que se conocieron ayer y aseguró a "Río Negro" que el operativo desplegado para reforzar la seguridad tras el hecho no previó la hipótesis de un atentado contra los participantes de la celebración judía.
El jefe policial evitó brindar detalles sobre los elementos sustraídos y la modalidad del hurto para no entorpecer la investigación, que pasó a manos de la fiscalía de turno.
Al parecer, el mismo jueves, cuando los custodios retornaron a su habitación encontraron "un gran desorden" y luego detectaron el faltante de información, prendas personales y elementos de trabajo.
El delito entraría en la categoría de hurto porque el o los ladrones ingresaron a la habitación con la llave que les habría facilitado el conserje del establecimiento tras confundirlos con los huéspedes policiales.
Villanova señaló que no es la primera vez que se roban a elementos a efectivos de seguridad, que en anteriores oportunidades se han sustraído equipos de comunicaciones y otros objetos, pero reconoció que el hurto sufrido por sus pares de la Policía Federal es, cuanto menos, "extraño".