La falta de ideas y la presión por conseguir un triunfo que no llega, resultaron demasiado peso para un Racing que empató sin goles con Tigre, y sigue en Promoción. El primer tiempo resultó parejo y regular en el plano futbolístico. La primera mitad le perteneció a un Racing que tuvo un buen funcionamiento colectivo y a Moralez como el hombre más claro de la cancha.
Racing dejó pasar su momento, el partido se hizo más chato y entonces Tigre aprovechó para aparecer. Pero el equipo de Diego Cagna no lo hizo de manera clara, sino que utilizó pelotazos cruzados y remates de media distancia, para complicar a Hilario Navarro.
El segundo tiempo fue definitivamente malo. En ese pobre contexto futbolístico, Racing tuvo la situación más clara en el arranque del complemento, cuando Islas le tapó un mano a mano a Chatruc.
A partir de ahí, el encuentro se redujo a tirar centros, que ante la ausencia de Facundo Sava no fueron aprovechados por nadie y fueron bien neutralizados por el arquero de Tigre.
La visita, por su parte, prefirió especular y apostar al error de Racing. Así pudo conseguir la victoria a los 4 minutos, pero Martín Galmarini, solo frente al arco, sacó un remate defectuoso. Racing no termina de levantar cabeza y su situación se complica, algo que saben sus jugadores y su gente. Mientras que Tigre, en silencio, consiguió el objetivo que se planteó al iniciar la temporada: sumar 50 puntos.