ROCA (AR).- Una original protesta protagonizó ayer un grupo de padres y docentes de la Escuela primaria 317, donde días atrás un poste de cemento cayó sobre la cabeza de un alumno. Para exigir soluciones concretas, se movilizaron hasta la delegación local del CPE, en cuyo ingreso depositaron un trozo del derruido cerco perimetral que provocó el accidente; y exigieron que en su lugar se construya un paredón.
La medida incomodó a la delegada Alicia Arrué, quien criticó la iniciativa y adelantó que "no tiene sentido invertir en un paredón ahora y el Ministerio de Educación no va a acceder porque tiene planificado hacer obras el año que viene con un préstamo del BID".
Por su parte, el director del establecimiento, Robinot Villegas, explicó que el levantamiento de un muro que delimite el edificio es necesario, ya que el deteriorado alambrado actual sufre frecuentes destrozos intencionales, ocasionados por chicos del barrio, que ingresan al predio a jugar.
Al respecto, la funcionaria respondió que "el Ministerio no puede resguardar las roturas que hacen en los barrios y la empresa ya fue a trabajar pero no les permitieron ni siquiera empezar a hacer el vallado para iniciar las reparaciones", denunció.
En tanto, los padres y maestros que cerca del mediodía se dieron cita en las puertas de la delegación anunciaron que no enviarán a sus hijos a clases hasta que no "esté garantizada la seguridad en el espacio escolar", advirtieron.
"La Escuela 317 viene arrastrando con la pesada carga de condiciones de deterioro y abandono, a la que se suma la indiferencia, mentiras y falta de decisión de los funcionarios de turno", fue una de las frases que quedó plasmada en panfletos que repartieron a los transeúntes.