Con la presencia del nuevo ministro de Economía, Carlos Fernández, en el gabinete nacional, recrudecieron ayer las versiones sobre otros posibles cambios en el equipo de la presidenta Cristina Fernández.
Ante una pregunta en tal sentido, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández -desgastado por el conflicto con el campo y la interna con los pingüinos- se limitó a responder: "Hay que preguntarle a la presidenta" y al mismo tiempo manifestó su deseo de continuar en el cargo.
"Los medios escribieron un sin fin de cosas incluso sobre mi continuidad", dijo, pero aclaró que "tengo un compromiso inicial con este proyecto y confío en que podré seguir trabajando" con este gobierno.
Pese a estas aclaraciones, durante el acto de juramento del titular del Palacio de Hacienda, donde había funcionarios de todas las carteras, se escucharon muchos comentarios sobre eventuales remociones que podría disponer la jefa del Estado en las próximas semanas.
La presidenta, que había llegado a la Rosada a las 11.20, tuvo una cargada agenda de actividades y retornó a las residencia de Olivos recién a las 14.30.
Por la tarde, antes de tomarle juramento, la presidenta mantuvo una reunión con su nuevo ministro de Economía.
En el Salón Blanco no estuvo presente el saliente titular de Economía, Martín Lousteau, quien sólo recibió respaldo del vicepresidente Julio Cobos por su actitud de renunciar. "Cada uno defiende los principios que cree conveniente".