CATRIEL (ACA).- En Catriel la basura es un problema de difícil resolución que tiene dos componentes principales. Por un lado la desaprensión de algunos vecinos y, por el otro, un servicio de recolección que ya es insuficiente.
"Acá pasa tres veces por semana, cuando ya tendría que pasar todos los días", comentó una vecina del barrio Mosconi. "En nuestro sector pasa a veces hasta dos veces por día pero igual no alcanza. Claro que también hay gente que saca la basura cuando ve que el recolector ya pasó. Y ahí aparecen los perros y hacen desastre", apuntó un vecino del complejo de las 400 viviendas.
La otra pata de la problemática es la quema a cielo abierto. Existe la idea de un basurero ecológico que fue publicitado ampliamente pero hasta el momento no se ha hecho anda.
"En nuestro barrio el problema es que hay algunos vecinos que no les entre en la cabeza que hay que sacar la basura en el día en que pasa el basurero. Hay un contenedor para escombros y arrojan residuos domiciliarios, y hasta animales muertos" ,dijo Wálter Ríos, presidente de la junta vecinal de "Cuatro esquinas".
Si bien el municipio mantiene el régimen de recolección desde hace años mientras que el volumen de residuos ha aumentado de manera proporcional al aumento demográfico, el problema principal es de hábitos. En una recorrida, la imagen de residuos tirados se repite, mientras que el servicio de recolección funciona de manera constante de acuerdo a un cronograma que es conocido por los habitantes y que mantiene días y horarios en los lugares en los que no pasa todos los días.
La gran cantidad de familias que viven en los dos complejos de departamentos conocidos como "las 400 y las 200 viviendas respectivamente, son los lugares que peor aspecto dan a la ciudad. Aunque hay barrios en los que a la basura domiciliaria desparramada por la gran cantidad de perros callejeros, se suman escombros, ramas y yuyos en baldíos que no sólo dan un aspecto negativo, sino que además son focos de proliferación de alimañas tales como ratas y arañas principalmente.
