El sueño de David Nalbandian de obtener su primer título de Masters Series sobre polvo de ladrillo se estrelló contra Roger Federer, quien volvió a generar momentos de muy buen tenis, se recuperó de un mal comienzo, se impuso por 5-7, 6-2 y 6-2, avanzando a las semifinales de Montecarlo.
El'Expreso suizo', número uno del mundo, lanzó un rugido de desahogo al ganar el partido con una fulminante derecha cruzada después de más de dos horas y media de lucha contra el número siete del mundo.
El cordobés, uno de los jugadores que mayores complicaciones le genera a Federer, jugó un gran primer set, en el que quebró el servicio de su rival en el undécimo game para luego sellar el 7-5 con lucidos puntos, entre ellos un "drop" de revés.
Pero Federer, que viene cumpliendo una temporada discreta, no se rindió, luchó cada punto y finalmente impuso su jerarquía de número uno.
El cordobés estuvo algo incómodo a la hora de jugar con su derecha, pero en los momentos importantes del primer set compensó con su desequilibrante revés a dos manos.
Cada vez que el suizo se invirtió para intentar definir, el cordobés aprovechó el espacio por la paralela. Dentro de un desarrollo muy parejo, el argentino logró quebrar el saque del helvético en el undécimo capítulo, luego de sufrir con su servicio en el décimo y sacarlo adelante.
Merecidamente, se impuso por 7-5 y quedó muy bien parado ante un Federer tan molesto como frustrado.
Pero el mejor del planeta no bajó los brazos y salió a quemar las naves desde el comienzo de la segunda manga. Rompió el saque de David en el segundo juego, aunque el cordobés se levantó en el siguiente y emparejó nuevamente las acciones.
Sin embargo, era otro este Federer, mucho más parecido al de los últimos cuatro años, dominante, incisivo con su drive e implacable en la red.
Por eso no sorprendió al logar dos quiebres consecutivos en el sexto y octavo game para llevarse el segundo parcial por un cómodo e inapelable 6-2.
Nalbandian luchó, dejó todo, pero el suizo fue superior. No desaprovechó ninguna pelota corta y sacó mejor.
Se esperaba un tercer capítulo más parejo, de esos que se recuerdan con el tiempo, que se repiten en cada edición del clásico.
Federer siguió taladrando sobre la derecha de David y poniéndolo en serios aprietos.
Nalbandian aguantó hasta el sexto game, donde el europeo volvió a quebrar.
Allí se terminó el partido, en las dos horas y siete minutos. Fue otro 6-2, claro.
Federer, quien había perdido los dos últimos encuentros ante el cordobés, se tomó revancha y quedó 9-8 arriba en un historial realmente parejo.
En la siguiente instancia, el número uno jugará con el serbio Novak Djokovic, quien despachó al estadounidense Sam Querrey, por 6-4 y 6-0.