Domingo Perilli puede respirar tranquilo. Más allá de lo que suceda con el equipo en la segunda fase del Argentino A, sabe que tiene material para el futuro. Ayer los juveniles albinegros estuvieron a la altura de las circunstancias y dieron una verdadera cátedra de fútbol al derrotar 2-0 a La Plata como visitante.
La soltura de conocerse desde muy chicos, le dio a los "albinegritos" un plus que se notó en la cancha.
Fue toque y toque de unos chiquilines que demostraron que la siembra de años en las divisiones inferiores pronostica jugosas cosechas en el futuro cercano.
De entrada Cipolletti se plantó de igual a igual ante un La Plata que si bien ya estaba condenado a la promoción presentó a casi todos sus titulares, que el fin de semana pasado habían empatado como visitante frente a Brown de Madryn.
Hubo seguridad en el fondo además de mucha movilidad y precisión de tres cuartos hacia adelante.
Así llegó la apertura del marcador. Mario Ávila desbordó por izquierda, mandó el centro atrás y Franco Del Ciotto acomodó la pelota lejos del arquero.
En esa jugada se notó que los chicos tenían el libreto bien aprendido.
Lejos de conformarse con la ventaja, el visitante fue en busca de más. Antes de los 20, luego de una gran jugada de Manuel Gutiérrez, Ibáñez tardó en definir y se perdió el segundo.
Unos minutos después, el "Estu" le puso una asistencia de gran nivel a Ávila, que se fue por derecha y cuando parecía que volvía a mandar el centro atrás, optó por la individual y acertó. Con un fuerte remate clavó el 2-0.
Luego pudo haber aumentado pero ya no estuvo tan fino en la definición. De todas maneras mostró la solvencia de un equipo experimentado para saber mantener el resultado.
En el tramo final "Mingo" largó al ruedo a un par debutantes más. Del Ciotto le dejó su lugar a otro heredero de apellido ilustre, Juan Strack y Martín Arias reemplazó al "Goldo" Sáez.
Así los chicos cumplieron con su misión mientras los "grandes" se preparan para el cuadrangular.