BUENOS AIRES (ABA) . - Un almuerzo que se extendió por más de dos horas y media entre el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y algunos de los principales referentes de los radicales K encabezados por el vicepresidente Julio Cobos, fue la señal de contención que quiso dar el gobierno hacia un sector que venía planteando reclamos con amenazas de ruptura incluidas.
Hoy se verán las caras Néstor Kirchner -como próximo titular del PJ- y Cobos, y en los próximos días habría una reunión de la presidenta Cristina Kirchner con el radicalismo aliado anunció el propio Cobos, quien ofició de vocero.
A la cita gastronómica que incluyó doble vuelta de café concurrieron los gobernadores de Río Negro, Miguel Saiz y su par santiagueño Gerardo Zamora; el funcionario de Cancillería, Horacio Quiroga; el jefe del bloque de diputados de la Concertación, Daniel Katz; y los intendentes de Vicente López, Enrique García, y de Junín, Mario Meoni.
Pero dos inasistencias dieron la nota: la de los mandatarios de Corrientes, Arturo Colombi, y de Catamarca, Brizuela del Moral. Este último pegó el portazo la semana pasada y -como viene ocurriendo hace bastante tiempo- estuvo en su lugar el diputado nacional Genaro Collantes; en tanto Colombi justificó -según lo expresado por Cobos- su inasistencia por un problema interno que tiene con la policía en su territorio.
Por otra parte, el jefe de gabinete les transmitió a los radicales oficialistas que la voluntad del gobierno es "arreglar con el campo" y que habría una decisión de realizar luego modificaciones en el gabinete (que lo incluirían). Incluso -fue más allá- se iban a realizar antes pero en noviembre en una visita al país el ex presidente chileno Ricardo Lagos le comentó que a Michelle Bachelet no le dio resultado hacer tantos cambios.
Entrando en lo político, la decisión transmitida por los radicales rebeldes fue la de profundizar su acuerdo con el gobierno con el argumento de fortalecer los partidos. "Si la voluntad de Kirchner al frente del P.J es profundizar la relación con otras fuerzas, nosotros daremos la lucha en la UCR a cuya conducción actual estamos pidiendo que abra las puertas sin condicionamientos", se envalentonó el vicepresidente.
El otro anuncio que le siguió a los postres fue el compromiso de Alberto Fernández de ir realizando encuentros quincenales con los jefes de bloque de la Concertación en el Congreso Nacional. Pareció poco en relación al duro planteo de Katz quien acusó al gobierno de manejarse con un "estilo castrense".
"En realidad Katz dice una cosa para afuera -como para decir aquí estamos- y otra hacia adentro donde transmite su intención de continuar en la Concertación", deslizó en forma reservada un testigo del encuentro.
"Digamos que hay temperamentos distintos" fue la forma que consultado por "Río Negro" encontró Cobos para explicar la postura de Katz, mientras "Pechi" Quiroga rescató especialmente la apertura de canales para agilizar el diálogo.
Anoche estaba por iniciarse una reunión entre Cobos, Saiz y Quiroga. Entre otros temas se fijaría fecha para una convención de los radicales para la Concertación.