El presidente francés, Nicolas Sarkozy, multiplicó ayer los gestos para calmar la ira de China tras las manifestaciones y propuestas de boicot contra intereses franceses desencadenadas por el accidentado paso de la antorcha olímpica por París.
Uno de esos gestos fue una carta dirigida a Jin Jing, la relevista china minusválida que protegió la antorcha de los manifestantes que intentaron arrancársela durante su recorrido por París, en la que Sarkozy le pidió disculpas.
"Le quiero decir que me quedé impresionado por los ataques que usted sufrió el 7 de abril en París y por la valentía que demostró. Siento un profundo respeto hacia usted y su pueblo", escribió Sarkozy en la carta, entregada ayer en Shanghai en mano propia a Jin, de 27 años, por el presidente del Senado francés, Christian Poncelet.
Este último, que efectúa una visita a China desde ayer y hasta el domingo, reveló a la prensa el contenido de la misiva para Jin, a quien la prensa china ha considerado como una heroína por lo sucedido en París. "Es comprensible que el pueblo chino se haya sentido herido y condeno firmemente" lo ocurrido, añadió.
En su misiva, Sarkozy invitó a la joven -que es de Shanghai- a visitar Francia afirmando que quienes estuvieron detrás de esos "penosos incidentes" no representan los sentimientos de amistad entre Francia y China.
El fiasco de la llama en París y la posterior amenaza de un posible boicot francés de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, el 8 de agosto en Pekín, han enfriado las relaciones entre Francia y China. Esa tensión provocó un creciente sentimiento antifrancés entre los chinos que en los últimos días se plasmó en una serie de manifestaciones especialmente contra los hipermercados de Carrefour.
El grupo francés está muy implantado en China, con 122 hipermercados, 44.000 empleados -sólo un centenar de ellos extranjeros- y una cifra de negocios de cerca de 2.900 millones de euros en el 2007. (AFP)