VIEDMA (AV)- El proceso de ensanchamiento inmobiliario de la ciudad comenzó a vislumbrarse en paralelo con el curso del río Negro, con el aval municipal a determinados proyectos urbanísticos privados. Los nuevos barrios se compadecen con la planificación de la actual gestión municipal, la cual el año pasado mantuvo una agria disputa con los concejales opositores por el asentamiento de otros complejos habitacionales.

El Concejo anterior -con mayoría opositora- había autorizado un loteo en zonas consideradas inundables y sin servicios públicos hacia el Sur del actual ejido, a partir de una propuesta de varias entidades mutualistas. Esta ordenanza fue vetada por el intendente Jorge Ferreira, a pesar de que las mutuales insistieron que asumirían los costos de los servicios.

El secretario de Obras Públicas, Néstor Olivares justificó las inversiones privadas de ampliación urbanística ribereña a partir de propuestas en las que confluirán construcciones con un perfil "country" y fines "netamente turísticos" dado que "estamos hablando de la venta de amplios lotes" que alcanzan los 1.800 metros cuadrados.

Insistió en que se trata de iniciativas "sub-rurales" permitidas por el código urbanístico en el cual se pueden alquilar cabañas.

El crecimiento de la ciudad está orientado hacia la zona oeste, en dirección a la naciente del río en antiguas chacras. Se trata de los emprendimientos privados "La Maroma" y "Membrillares", ubicados a unos seis kilómetros de la ciudad.

El administrador de este último consorcio, Ismael Iglesias, explicó a "Río Negro" que se están reuniendo las condiciones que exige el municipio que es ofrecerlo en venta con la aprobación de mensuras, provisión de electricidad bonificada, redes de agua y defensa costera.

Estimó que se llevan invertidos ya unos 200.000 dólares sobre una superficie de 12 hectáreas, sobre las cuales ya existe una traza de calles.

Las cotizaciones en esa zona rondarán los 23 dólares el metro cuadrado, con un mínimo de 1.500 metros cuadrados. Esto implica una diferencia sustancial con otros terrenos de suntuosos barrios de la ciudad en los que los valores inmobiliarios rondan los 150 dólares. Los nuevos barrios podrían implicar una merma en los altos promedios que se barajan.

Olivares dijo no saber si se contrarrestarán los precios actuales aunque consideró que "se dispararon últimamente en forma más que abultada".

Puso como ejemplo que "cinco años atrás (en el residencial) barrio Don Bosco costaba 7.000 pesos y hoy está en 85.000". Agregó que "esto es parte de una pelota económica" en la que existe cierta especulación.

En los últimos tiempos se agudizaron en esta ciudad los inconvenientes con la falta de espacios para construir, tanto en el ámbito privado, como también ofrecer al IPPV que pueda desarrollar planes habitacionales. La política municipal se trasladó a fortalecer sectores como el denominado "Loteo Silva" en la entrega de terrenos a familias de escasos recursos aunque el Estado sufrió la usurpación de unos 150 predios ante la creciente demanda.