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A favor de un guía, en contra del caudillo | ||
ASUNCIóN.- Casi 700.000 paraguayos se pronunciaron ayer a favor de un "Tendotá", un guía espiritual, un orientador, y le dieron la espalda al "Mburuvichá", el jefe y caudillo que manda, según la cultura guaraní. La figura del "Mburuvichá" estaba "atornillada" en todos los estamentos de la vida nacional desde 1947, cuando el Partido Colorado tomó las riendas del país y no las soltó más. Desde 1954, con la asunción del dictador Alfredo Stroessner, se acentuó la figura del "Mburuvichá", a tal extremo que muchos desconfiaban que esa mayoría sometida y silenciosa fuera capaz de rebelarse. Sin embargo, el pronunciamiento en las urnas fue contundente y terminó con el "reinado" omnímodo de un Partido Colorado que se llenó de vicios y desviaciones y sumió al país en la pobreza, la desigualdad y la corrupción. Por eso, "la palabra casi mágica era cambio, cambio, cambio", dijo ayer Lugo, el nuevo presidente, durante una breve comparescencia ante los periodistas en un hotel del centro de Asunción, cuando se iban conociendo los primeros resultados a su favor. El empobrecido país, de casi 6 millones de habitantes, no aguantó más e hizo añicos la hegemonía colorada, a la vez que profundizó la crisis de esa organización y la obliga a replantearse muchas cosas, según lo reconoció ayer la candidata presidencial Blanca Ovelar. "Si hoy se sueña con un Paraguay diferente, la mayoría de sus ciudadanos humildes, sencillos son los responsables genuinos del cambio que empieza a gestarse", dijo Lugo. El nuevo "Tendotá" se ilusiona con un país diferente, "que no sea más recordado por su corrupción y pobreza, sino por su honestidad, eficiencia y para que nunca más se haga política en base al clientelismo". "Desde el último indígena chaqueño hasta el más pudiente que vive en Asunción, todos, absolutamente todos los paraguayos hoy tenemos que felicitarnos porque hemos dado un paso de madurez, serenamente, en la construcción y consolidación de esta democracia paraguaya", remarcó el presidente que asumirá en agosto. El futuro presidente tendrá dificultades para gobernar en el nuevo escenario, pero es "serenamente optimista" porque confía en la gente que lo apoyó desde los asentamientos, los pueblos, las plazas y también las grandes ciudades. "Ellos son los genuinos protagonistas y sujetos de esta gran jornada electoral" celebró Lugo. (DPA) | ||
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