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Fallo beneficia a una nena con síndrome de Down | ||
Aceptó el pedido de la madre para que asista a una escuela común e instó al Consejo Provincial de Educación a disponer de una maestra integradora. Sostuvo que los establecimientos especiales "son sólo para casos excepcionales". | ||
NEUQUÉN (AN).- La pelea de una madre por mejorar la calidad de vida de su hija, que padece de síndrome de Down, derivó en un fallo inédito de la Justicia neuquina que instó al Consejo Provincial de Educación (CPE) a disponer de una maestra integradora para que la niña pueda asistir a una escuela normal. Sin embargo, a cuatro meses del dictamen el cargo especial no fue aún creado. La novedosa resolución fue dictaminada el pasado 7 de diciembre por el titular del Juzgado de Familia 1, José Noacco, y es el resultado de la tediosa pelea emprendida por Mabel Castaño y su abogado Daniel Ernesto Muñoz, para que su hija -de nueve años- pueda asistir a la Escuela 296 de esta ciudad. La nena tiene síndrome de Down leve, y a principios del año pasado comenzó primer grado en la Escuela 296. Si bien la evaluación para su ingreso tendría que haber sido realizada a principios de año, recién luego a cursar un semestre las autoridades de esa escuela determinaron que la niña tenía que dejar su grado para ir a la Escuela Especial 1, prohibiéndole además el ingreso al establecimiento. "El examen que le hicieron duró sólo media hora y, no sólo nos trataron mal, sino que nunca pudieron decir qué metodología usaron para determinar que mi hija tiene que dejar a sus compañeros con quienes había logrado un excelente nivel de integración, para ir un lugar donde no se integra porque se trata de un grado con otros cuatro chicos que tienen Down como ella", enfatizó Castaño. La mujer interpuso un amparo exigiendo al CPE que disponga la permanencia de la menor en la Escuela 296 con la asistencia de una maestra integradora, y la elaboración de una currícula pedagógica adecuada a su capacidad. Tras las negativas del sistema educativo el fallo estableció que la niña tiene el derecho de ir a una escuela normal ya que se indicó que "la educación especial está reservada sólo para aquellos casos en que la integración sea imposible". El juez Noacco cuestionó con dureza la decisión adoptada por la Escuela Especial 1, señalándola como "arbitraria", y al igual que la Defensoría del Niño y el Adolescente cuestiona la procedencia de la evaluación realizada a la niña ya que advierte que "no hay constancia de cuáles fueron los criterios utilizados en la evaluación de la niña" y agrega que "se ignoraron el informe altamente positivo de la maestra de la niña". Noacco recomendó al CPE que "sería importante que revisara sus proyectos institucionales de integración para ajustarlos a la normativa vigente", ya que cuestionó las evaluaciones y los planes de estudio instrumentados, enfatizando que "sus fundamentos obedecen a una concepción obsoleta". Es por ello que el juez ordenó al CPE que la nena sea instruida en la Escuela 296 con el apoyo de una maestra integradora y con un programa de contenidos pedagógicos especialmente adaptados para facilitar la integración de la niña. Si bien, a cuatro meses del fallo la niña sigue sin contar con una maestra integradora, y sólo asiste a una hora y media de clase por día, su madre no considera que se trate de un fracaso. "Es un gran avance, sobre todo para el resto de los padres de chicos Down". | ||
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