BERLíN (DPA) - El anterior presidente y titular del consejo de vigilancia del grupo alemán Siemens Heinrich von Pierer fue involucrado directamente por un ejecutivo de la empresa en el pago de un millonario soborno en Argentina, informaron ayer diversos medios alemanes.
El diario "Süddeutsche Zeitung", la edición digital del diario económico "Handelsblatt" y la revista "Spiegel online" aseguraron que un ejecutivo de Siemens declaró el miércoles ante la fiscalía en Munich que en el 2002 y 2003 fue presionado por von Pierer a pagar 10 millones de dólares a una cuenta en Suiza para reavivar un millonario contrato cancelado en Argentina.
Se trataba de bonificaciones a intermediarios que fueron identificados, en relación con el contrato de digitalización de documentos de identidad y pasaportes en Argentina firmado en 1998 bajo la presidencia de Carlos Menem. Según ese contrato, el gigante electrónico alemán proporcionaría al Ministerio argentino del Interior la tecnología necesaria para desarrollar un sistema de identificación digital de pasaportes.
Sin embargo, aquel contrato fue revocado en el 2001 por el entonces presidente Fernando de la Rúa pues el proyecto, valorado en unos 1.260 millones de dólares, era demasiado caro. La confección de 47 millones de documentos de identidad contemplaba un precio de 27 pesos (en ese momento equivalentes a 27 dólares) cada uno, cerca del doble de lo que le costaba al Estado argentino hasta aquel momento.
La ruta de los pagos
En total y según las informaciones proporcionadas por el declarante a "Süddeutsche Zeitung", los sobornos de la empresa alemana en Argentina habrían alcanzado casi los 100 millones de dólares.
Según su declaración, a principios de los años '90, Siemens pagó a funcionarios argentinos unos 70 millones de dólares por intermediar para que en 1998 se firmara el contrato. Años después de su cancelación, entre el 2002 y 2003, bajo la presidencia de Eduardo Duhalde, un grupo de intermediarios argentinos no identificados pidieron el pago de otros 27 millones de dólares adicionales para reflotar el contrato.
Sin embargo, el testigo en Munich declaró que sólo tiene constancia de que de esa
suma, finalmente se pagaran 10 millones. Según la denuncia del ejecutivo, von Pierer descartó las objeciones que había interpuesto junto a un colega y le pidió que se comportara como "soldados de Siemens".
Von Pierer rechazó ayer todas las acusaciones a través de su abogado, Winfried Seibert, y sostuvo que no dio ningún tipo de instrucción para que se llevaran a cabo sobornos. "No ordenó a los colaboradores a comportarse como soldados de Siemens". "Es absurdo. Esas son palabras que von Pierer jamás utilizaría", dijo el abogado.
La fiscalía de Munich, encargada del escándalo de sobornos y corrupción que azota al grupo desde hace más de un año, confirmó que mantuvo una "larga conversación" con el ex directivo de Siemens y su abogado, "por deseo del señor del von Pierer".
El fiscal jefe, Christian Schmidt, sólo precisó que volverá a tener otra conversación el lunes.
El jueves, la canciller alemana, Ángela Merkel, anunció que prescindía de von Pierer como asesor en innovación tecnológica.
Desde el comienzo de su gestión, Merkel había contado con sus servicios. Merkel no hizo mención al escándalo de sobornos y explicó que decidió tomar esa decisión porque ya existen la Academia de las Ciencias Técnicas en Munich y la Academia Alemana de las Ciencias en Halle, organismos suficientes para asesorarla.
Siemens está siendo investigada no sólo por la Justicia alemana, sino también por la Comisión de Valores de Estados Unidos. Por el momento se han detectado unos 1.300 millones de euros (casi 2.069 millones de dólares) en pagos dudosos, que fueron a parar en su mayoría a fondos negros y a sobornos millonarios en el extranjero. Desde que salió a la luz el escándalo, la compañía ha tenido que desembolsar unos 1.500 millones de euros en multas y ha saldado el escándalo con las dimisiones de Heinrich von Pierer y del anterior presidente y consejero delegado Klaus Kleinfeld.