NUEVA YORK (AFP) - El papa Benedicto XVI expresó su respaldo espiritual al clero norteamericano, fragilizado por el escándalo de cientos de sacerdotes pedófilos en Estados Unidos.
"Querría decir unas palabras sobre los abusos sexuales que han causado tantos sufrimientos", dijo el Papa en la homilía de la misa que ofició en la catedral San Patricio de Nueva York al cumplir tres años de pontificado.
"Ya he tenido ocasión de hablar de esto y del consiguiente daño para la comunidad de los fieles. Ahora deseo expresaros sencillamente, queridos sacerdotes y religiosos, mi cercanía espiritual, al mismo tiempo que tratáis de responder con esperanza cristiana a los continuos desafíos surgidos por esta situación", agregó el sumo pontífice a la multitud allí reunida.
Se trata de la quinta vez que el vicario de Cristo aborda el delicado tema desde su llegada a Estados Unidos para una visita que concluye este domingo.
Benedicto XVI dijo esperar que "éste sea un tiempo de purificación para cada uno y para cada Iglesia y comunidad religiosa, y también un tiempo de sanación. Además, os animo a colaborar con vuestros obispos que siguen trabajando eficazmente para resolver este problema".
El jueves pasado en Washington, el papa se reunió con un grupo reducido de víctimas de sacerdotes que abusaron de ellos durante su infancia, un gesto que ni él ni su predecesor Juan Pablo II había tenido hasta entonces.
El escándalo de los sacerdotes pedófilos estalló en 2002 en Estados Unidos y puso al descubierto que entre 4.000 y 5.000 sacerdotes abusaron sexualmente de unos 14.000 niños y adolescentes durante décadas.
Ya el martes, a bordo del avión que lo condujo a Estados Unidos, el obispo de Roma había manifestado su "vergüenza" por el escándalo, asegurando que la Iglesia haría "todo lo posible" para intentar sanar el daño causado.
En San Patricio, ante cientos de fieles, el papa dedicó el resto de la homilía, construida como una alegoría en torno a la arquitectura gótica de la catedral neoyorquina, a hacer un llamado de unidad a la Iglesia.
"Estoy particularmente feliz que nos hayamos reunido en la catedral de San Patricio. Este lugar, quizás más que cualquier otro templo de Estados Unidos, es conocido y amado como una casa de oración para todos los pueblos", dijo.
Benedicto XVI se destaca por poseer un profundo conocimiento intelectual de la teología católica, de la cual ya era guardián como cardenal en la curia de Juan Pablo II, antes de sucederle en el sillón de San Pedro.
"La unidad de una catedral gótica -dijo- no es la unidad estática de un templo clásico, sino una unidad nacida de la tensión dinámica de diferentes fuerzas que empujan la arquitectura hacia arriba, orientándola hacia el cielo. Aquí podemos ver también un símbolo de la unidad de la Iglesia".
El papa invitó luego a los fieles a prestar atención a los vitrales de la catedral.
"Vistos desde fuera, estos ventanales parecen oscuros, recargados y hasta lúgubres. Pero cuando se entra en el templo, de improviso toman vida; al reflejar la luz que los atraviesa revelan todo su esplendor".