Fue una noche rara, tan extraña que Racing estuvo tres goles arriba en el primer tiempo ante un campeón como Lanús que, metido en el sueño copero, tiene una marcha pobre en el Clausura, pero no lo pudo liquidar y al final fue 3-3. Nicolás Ramírez, a los 44 minutos del complemento, ahogó el festejo de la "Academia".
Fue un partido intenso y de dominio cambiante.
Cuatro goles en 45 minutos, tres cambios por problemas físicos en jugadores de ambos conjuntos, una agresión en la previa contra el DT Juan Manuel Llop desde la parcialidad "granate", que se acordó del 0-5 cuando dirigía a Banfield, más la conquista sobre la hora, fueron condimentos que llamaron la atención en el reducto del sur bonaerense.
Pese a la actualidad de los dos equipos, fue un cruce entretenido y, por momentos, bien jugado.
Racing tuvo su punto alto en el diminuto Maxi Moralez -autor de dos goles- y en José Chatruc, que desequilibraron por los dos carriles. Con la salida del lesionado Facundo Sava ingresó el chileno Fer
nando Navia, que fue un buen socio para la gran noche de Moralez.
El buen andar de Racing fue ayudado por la mala tarea de la última línea del elenco de Ramón Cabrero, que además perdió a Carlos Quintana por lesión y en una desafortunada acción Emir Faccioli, venció a su propia valla para el 2-0.
El tercero, segundo en la cosecha de Moralez, fue una buena jugada colectiva del "albiceleste" que consumaba de esta forma su mejor tarea del año.
Con el oportunismo de José Sand, en el agregado del primer tiempo y apenas iniciado el complemento, Lanús consiguió los descuentos para que nadie pudiera dar por terminado el pleito. El resultado estaba abierto.
Lo pudo ganar Racing con amplitud, porque dispuso de varias ocasiones para anotar de contragolpe, aunque Lanús tuvo el premio en el cierre, porque no se entregó. El "Bombazo" de Ramírez selló las cifras.