NEUQUEN (AN).- "Los desafíos son sus mejores amigos" , dijo el hermano de Juan Leandro Nimo, el neuquino que la noche del viernes debutó en la pista de baile más famosa de la televisión argentina.
Tiene 26 años, es licenciado en relaciones institucionales y bailarín. Quiere ser famoso, pero sobre todo quiere que su hermano Juan María, de 22 años, pueda volver a caminar, luego de que un accidente de moto en 2006 lo atara a una silla de rueda.
Con este sueño a cuestas, Juan Leandro se sumó al elenco de "Bailando por Sueño", ciclo que conduce Marcelo Tinelli en canal 13. Junto a su partener, la bailarina y vedette Valeria Archimó, estrenó la pista el viernes a la noche en la categoría disco. El jurado les dio 23 puntos y los ubicó entre las parejas de mayor puntaje.
Juan Leandro nació un 15 de junio de 1982 en Neuquén. Vivió su infancia y adolescencia en el barrio Santa Genoveva. Tiene un hermano y dos hermanas, María Eugenia y María Belén.
Sus estudios primarios los cursó en diferentes escuelas de la ciudad y egresó del colegio Jean Piaget, donde realizó también el secundario. A los 19 años partió rumbo a Córdoba para estudiar una carrera universitaria. Al recibirse de licenciado en relaciones institucionales, adoptó como lugar de residencia la Ciudad de Buenos Aires, donde comenzó a dibujar su futuro soñado: el de ser famoso y bailar, luego se sumaría el anhelo de ver caminar nuevamente a su hermano menor.
Recorrió varias escuelas de danza para modelar su estilo y su técnica hasta que le llegó lo que para él es "la oportunidad de su vida", según confesó su hermano Juan María.
"Es un chico que siempre, cuando se le puso algo en la cabeza, lo logró. Me acuerdo que cuando era adolescente Lea era más bien gordito, pero un día algo en su cabeza hizo un click y empezó a luchar por cambiar su cuerpo. Lo suyo siempre fue el baile",
contó su Juan María.
El padre de Leandro, Héctor, lo define como un chico al que le gustan los desafíos, valiente, tenaz y con una gran responsabilidad.
"Siempre quiso bailar. Pero antes de eso prefirió estudiar una carrera universitaria que le sirviera de sustento hasta que pudiera vivir del baile", dijo un papá más que orgullo de su hijo.
Recuerdos de su infancia hay muchos. Cuando sus amigos preferían salir al potrero o a alguna cancha alquilada para despuntar el vicio del fútbol, Leandro optaba por bailar ,y para educar su físico jugó un tiempo al tenis. "Somos muy aficionados al fútbol, menos Leandro que ni siquiera tiene un equipo favorito, salvo la selección argentina en los mundiales", aclaró Juan María.
Juan Leandro es geminiano de buena cepa. El impulso de vida no le permite quedarse quieto, permanentemente busca nuevos desafíos y los encara sin temores. Y ahora va tras su propio futuro y el de su hermano.
"Gane o no gane, siempre voy a llevar conmigo esto que está haciendo por mí. Es una gran emoción", confesó Juan María.