CATRIEL (ACA).- Legisladores municipales de Catriel se reunieron con adolescentes de todos los colegios secundarios para intentar generar algún tipo de normas que traiga solución a la creciente violencia, principalmente a la salida de los boliches. Los chicos pusieron el acento en el alcohol, la droga y en el incumplimiento de normas vigentes por escasez de controles. Según algunos legisladores, si las normas se hicieran cumplir muchos problemas actuales no tendrían lugar. Los comerciantes, en otro encuentro, propusieron extender los horarios de cierre para evitar la salida masiva a la madrugada. También rondó la idea de relocalizar los locales bailables.

Desde hace tiempo, los fines de semana se convirtieron en conflictivos, con peleas, enfrentamientos de grupos de jóvenes con policías que venían precisamente a tratar de imponer el orden.

El punto más álgido se dio hace algunos meses cuando, luego de uno de los tradicionales enfrentamientos entre jóvenes y policías, se remató la jornada con un hecho que sorprendió a todos: una persona a bordo de un rodado chocó -en apariencias- deliberadamente al patrullero, incrustándolo contra la reja del patio de una vivienda. Esto obligó a las autoridades a ocuparse del tema. Fue así que la discusión cayó en manos del poder legislativo, ya que es allí adonde se deben crear las normas para mejor convivencia de la comunidad.

Pero ayer -según la opinión de algunos legisladores municipales- los chicos tomaron la palabra, cuando se los invitó a la Legislatura para dejar su propuesta. Allí, casi un centenar de adolescentes, junto a representantes de las distintas fuerzas políticas, dieron su parecer.

En el cónclave, los chicos ocuparon el lugar principal dejando casi sin argumentos a los mayores. Según los jóvenes, la violencia no es una cuestión masiva, sino que estaría acotada a unos pocos jóvenes. Parte de esos grupos conflictivos están agrupados en bandas o patotas, que hacen sus demostraciones de fuerza precisamente a la salida de los locales nocturnos en plena madrugada. También -según la opinión de los chicos- están aquellos adolescentes y jóvenes que serían víctimas de cuestiones sociales complejas que los llevarían a manifestarse en forma violenta.