SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Varios grupos de vecinos autoconvocados exigieron al municipio que ponga freno a la hostería proyectada en el mallín de Bahía Serena, al tiempo que denunciaron la contaminación con "materia fecal" de ese frágil ecosistema.
El proyecto, a cargo del arquitecto Martín Swieykowsky, avanza hacia la zona con prohibición estricta de construcción y cambia el uso original de la propiedad preexistente -una vivienda unifamiliar- por un residencia turístico que, inevitablemente, generará un mayor impacto en el lugar.
En una carta dirigida al subsecretario de Planeamiento, Christian Almeida, los denunciantes exigen el llamado a audiencia pública -contemplado en ese sector del ejido- para que los vecinos decidan "si se sigue construyendo dentro del mallín y volcando más efluentes cloacales a dicho sensible ambiente".
El funcionario señaló a este diario que solicitó informes para conocer el estado del expediente y anticipó que paralizarán el proyecto si detectan alguna irregularidad o faltante en las tramitaciones.
El mallín de Bahía Serena es un brazo del lago Nahuel Huapi que quedó aislado con la construcción de la avenida Bustillo y fue loteado en los años '50 pese a las desventajosas condiciones urbanísticas y ambientales que ofrece.
Almeida recordó que "luego esos lotes fueron consolidados por el estado municipal al establecer indicadores urbanísticos y usos -para ese sector- en los códigos del '80 y del '95".
Los parámetros normativos establecidos para esa zona fueron revisados a partir de la presión ejercida por distintos grupos ambientalistas y vecinales que observaron con preocupación la proliferación de construcciones y la contaminación del lugar registrados en los últimos años.
Varios edificios, orientados a la actividad turística, aceleraron la contaminación de ese frágil ecosistema que en el 2005 fue protegido con una prohibición absoluta de construcción que abarca gran parte de su territorio.
En la nota enviada el municipio las agrupación que defienden Bahía Serena, las costas libres y los derechos ciudadanos denunciaron que "muchos vecinos detectaron presencia de materia fecal en sus terrenos" y que " de los pozos de un emprendimiento comercial del lugar fluye materia fecal".
Además pidieron al municipio que evite sumar nuevas irregularidades a las que ya existen en el mallín del Km 12. "El hecho de que se hayan cometido irregularidades no significa contar con patente de corso para seguir cometiéndolas" enfatizaron.
También recordaron que el artículo 185 Carta Orgánica delega al municipio la protección y uso racional de los humedales (mallines) ubicados dentro del ejido, "favoreciendo el mantenimiento de los mismos en su estado natural".
Al respecto el subsecretario aclaró que esa tutela debe resolverse a través de normas que establezcan "acciones concretas" y que el área su cargo está trabajando en "una serie de ordenanzas que regularan la situación de los mallines y bordes lacustres".