NEUQUÉN (AN).- Faltaban 15 minutos para que los nuevos magistrados prestaran juramento cuando Jorge Sommariva tomó el ascensor en el cuarto piso del edificio del Tribunal Superior de Justicia. Papeles apilados ocupaban las manos del ex vocal del máximo tribunal, que renunció el miércoles y que por estos días continúa yendo a su oficina, no para las tareas que desempeñó en los últimos años, sino para terminar de retirar sus pertenencias.

Quien debía asistir al acto de jura era Eduardo Badano, el único vocal del tribunal a quien, de no presentar su renuncia, será juzgado en juicio político en la Legislatura. Ayer no participó en el acto, que fue presidido por el presidente del cuerpo, Ricardo Kohon. Sommariva, mucho más informal que de costumbre, de camisa arremangada y pantalón en lugar del traje que vistió a lo largo de su carrera judicial, dejó ayer su oficina tras renunciar y optar por la jubilación.