SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Las empresas locales de transporte urbano aseguraron que desde hace meses trabajan a pérdida y reclamaron una urgente revisión de las tarifas del servicio.
En diciembre pasado ya habían solicitado formalmente una recomposición del 22% en el precio del boleto, pero el Ejecutivo municipal todavía no les contestó.
El representante de la empresa Tres de Mayo, Manuel Carrasco, dijo que desde entonces los costos operativos del transporte subieron aun más, especialmente el salario de los empleados.
Según Carrasco, esa firma cuenta con un estudio de costos según el cual arrastra "un desfasaje de 400.000 pesos mensuales" entre ingresos y egresos.
Explicó que esa pérdida es absorbida por distintas vías como la postergación de inversiones, el envejecimiento de las unidades -que no pueden ser renovadas en los plazos previstos- y el endeudamiento con proveedores.
"Sabemos que el momento es políticamente complicado para hablar de aumentos de tarifa (el 18 de mayo hay elecciones para elegir intendente), pero tenemos la obligación de trasladarle nuestra preocupación al municipio", dijo Carrasco.
Desde marzo de 2006 el boleto mínimo en Bariloche cuesta 1,30 pesos (1,17 con tarjeta recargable), los alumnos de nivel primario abonan 10 centavos y los secundarios 40 centavos.
La pretensión de las empresas es llevar el mínimo a un precio de 1,75 y también lograr una recomposición del escolar, que podría ser compensado con un aporte estatal.
El empresario explicó que la adopción de subsidios y exenciones impositivas "se está imponiendo en todo el país" para sostener el costo del transporte sin recargar a los usuarios.
Señaló por ejemplo que en Córdoba "el boleto cuesta 1,35 pesos, más un subsidio de 40 centavos a cargo del Estado".
En Bariloche la red de colectivos urbanos vende alrededor de 1.200.000 boletos por mes, de modo que una solución "a la cordobesa" le costaría al municipio casi 500.000 pesos mensuales.
Otra sería la ecuación si el servicio recibiera de la Nación un subsidio equiparable al que rige en la capital federal. Según Carrasco, en la gran metrópoli "el boleto cuesta 90 centavos y tiene otros 80 centavos de subsidio".
"Entendemos que la gente no puede pagar cualquier precio, pero esta situación es insostenible y hay que buscarle soluciones porque de lo contrario el servicio se resiente", sostuvo Carrasco.
Agregó: "Las unidades no alcanzan, faltan refuerzos en las horas pico y la gente reclama con todo derecho".
Para agravar aun más la situación, las empresas trabajan con contrato vencido desde hace más de dos años y el municipio sigue sin resolver la continuidad de las concesiones.
Antes de la última revisión de la Carta Orgánica los aumentos de tarifa eran dispuestos por resolución del intendente, pero ahora requieren un proceso de análisis con audiencia pública, que llevaría entre 30 y 60 días.
"Todo esto lo tenemos en cuenta y la preocupación es mucha, porque los plazos se estiran y no hay respuesta", se quejó Carrasco.
Tampoco perdió de vista que el gobierno provincial tiene su cuota de responsabilidad en el sostén económico del servicio y con ese fin días atrás llevaron a Viedma una propuesta.