Roger Federer superó varias interrupciones motivadas por la lluvia y dejó en el camino al ídolo local, para avanzar ayer a las semifinales del torneo de tenis de Estoril, en Portugal. El mismo camino siguió Nikolay Davydenko, que debió superar una pequeña crisis de confianza antes de vencer en tres sets al francés Marc Gicquel.
El suizo, número uno del mundo, batió al portugués Frederico Gil por 6-4 y 6-1 y se enfrentará hoy al alemán Denis Gremelmayr, quien superó al checo Jiri Vanek por 6-2, 3-6 y 6-2.
El ruso, que ganó su décimo partido en serie, superó a Gicquel por 6-4, 5-7 y 6-3 y deberá enfrentar en la próxima ronda a Florent Serra antes de pensar en una final ante el número uno.
El francés venció al italiano Flavio Cipolla, quien se retiró con el marcador en 6-2 y 5-3 a favor de Serra.
Federer tuvo la ventaja de enfrentar a un rival algo más desgastado físicamente, ya que el joven número uno portugués, 146 del mundo, tuvo jornada doble ya que más temprano jugó ante su compatriota Joao Sousa, al que venció 7-6 (7-5) y 6-2.
El suizo, que estrenó esta semana entrenador para la arcilla en la persona del español José Higueras, se vio obligado a esperar junto a Gil más de media hora a que la lluvia diera tregua cuando promediaba el primer set.
Lo mismo volvió a suceder tras el tercer juego del segundo parcial. "No esperaba ganarle 6-0 y 6-0. Estaba en los cuartos de final y tuvo que vencer a algunos jugadores", dijo el favorito.
Davydenko, número cuatro del mundo, admitió que sufre cierto desgaste físico después de conquistar Miami y la participación en la Copa Davis.