BUENOS AIRES (Télam).- La exposición "Los sueños del espejo", que pretende mostrar la trayectoria cinematográfica de Carlos Saura a través de una importante selección de proyecciones, fotografías, dibujos, cuadernos de rodaje y guiones, se acaba de inaugurar en siete salas del Centro Cultural Recoleta.
Se trata de una construcción visual de naturaleza laberíntica, a través de grande paneles proyectores, donde confluyen secuencias de imágenes elocuentes de su lenguaje fílmico, que a su vez constituyen núcleos que remiten a los temas principales del cine del realizador español.
De este modo, la narración de la exposición aparece estructurada en ámbitos titulados "vidas", "músicas", "retornos" e "imagen de España", donde se suceden de manera aleatoria fragmentos de "El séptimo día", "Bodas de sangre", "El jardín de las delicias" y otras, pero en silencio o a un volumen muy bajito.
"Pensamos que dentro de 20 o 30 años no nos acordaremos de lo que decía nadie (en el filme) pero si recordaremos un primer plano, un plano general o un travelling, que en un momento determinado destapaba o develaba algo que ha construido nuestro imaginario y eso es muy importante", dijo el español Paco Algaba, curador de la muestra junto con Chus Tudelilla.
Es que para los comisarios (como dicen en España a los curadores) de esta exhibición, preparada para el Festival de Cine de Huesca 2007, Saura ha recurrido a lo largo de su extensa, diversa y compleja trayectoria, a determinados mecanismos visuales y narrativos que tienen entre sus objetivos centrales reafirmar la permanencia de la imagen.
Sus sueños, obsesiones y pensamientos, son abordados en la muestra, siempre bajo la impronta de a permanencia de la imagen más allá del tiempo en que fueron realizadas.
"Nosotros queremos convertir al espectador en protagonista en esos momentos de mirada, y va a ser el protagonista el que les va a dar el contenido a estas imágenes, así como queremos subrayar la capacidad no solamente deslumbrante de esas imágenes, sino también las alegorías en el cine de Saura", explicó a su vez Tudelilla.
En otras salas paralelas a la muestra, aparecen otros ejes como "El lugar de la memoria", "Dibujar el mundo", "Espejos detenidos" o "Ejercitar la imagen", donde se profundizan en las relaciones entre realidad y ficción o recoge secuencias de su cine en las que la fotografía ocupa un lugar destacado.
Se pueden apreciar además los guiones y cuadernos de trabajo que Saura elabora durante el rodaje de sus películas, donde la palabra se alía con el dibujo. "Durante el rodaje de una película y en las pausas entre plano y plano, escribo, escucho música, hago fotografías y sobre todo hago dibujitos sobre lo que voy a hacer o sobre lo que ya he hecho", dijo alguna vez Saura, de 76 años.