Viernes 18 de Abril de 2008 Edicion impresa pag. 28 > Sociedad
Un nuevo manual de acción ante emergencias hídricas
Con el trabajo presentado ayer se busca una coordinación eficaz entre los diferentes organismos ante una eventual catástrofe. También se detallan los efectos aguas abajo.

NEUQUÉN (AN).- La Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) en conjunto con organismos provinciales provincial de Defensa Civil presentaron ayer ante las autoridades del municipio neuquino el nuevo manual de acción ante emergencias hídricas.

El estudio contempla los pasos que cada organismo debe realizar ante fenómenos como tormentas, erogaciones extraordinarias o fallas en las presas, y detalla cómo afectará la rotura de cada obra a los barrios neuquinos.

La presentación del manual, que continuará la semana entrante en las comuna de Plottier y El Chocón, apunta a aceitar el funcionamiento de los centros de operaciones ante todo tipo de emergencias hídricas.

Desde la AIC se advirtió que "es mucho más posible que tengamos que soportar cada diez años una crecida a que se rompa alguna de las presas del Limay o del Neuquén, que es algo que incluso puede que nunca ocurra".

El plan contempla las funciones que desde cada organismo y estamento del gobierno municipal y provincial se adoptarán ante emergencias, articulando para ello un manual en el que se detallan los nombres y teléfonos de cada responsable.

"Desde la AIC se planteó la necesidad de que los directores de Defensa Civil de cada municipio no sean renovados con cada gobierno sino fijo para que no tenga que cambiarse todo el organigrama de responsables continuamente", explicó el director provincial de Defensa Civil, Claudio Domínguez.

El funcionario destacó que "la actualización de los mapas de afectación ante crecidas y fallas en las presas nos muestran que debemos trabajar mucho en cómo actuaremos si sucede algo de eso porque por ejemplo hoy no tenemos dónde alojar a las 215.000 personas que sólo en la ciudad de Neuquén se quedarían en sus casas si hay un efecto cascada de ruptura desde la presa del Limay y del Neuquén".

Domínguez detalló que los estudios de la AIC indican que la peor catástrofe posible, conocida como tipo A, sería el colapso en cadena de Alicura y de las presas del Neuquén que dejarían en Neuquén a 213.887 personas sin casas, al inundar más de 58,458 viviendas y 3.707 manzanas, quedando sólo un cuarto de la ciudad sin anegarse.

La segunda situación contemplada es la rotura de EL Chocón y Arroyito, que afectaría a 135.000 habitantes, 2.458 manzanas y 37.000 viviendas.

Un tercer caso en el que se produzca una falla en Arroyito dejaría a 68.000 habitantes anegados. En tanto que sobre el río Neuquén, el cuarto caso es la rotura de Portezuelo Grande con efecto dominó en El Chañar anegaría a 50.000 habitantes y un último caso es la rotura de El Chañar que afectaría a 24.000 neuquinos.

El programa, que ayer fue presentado al municipio neuquino, será extendido en los próximos días a distintos organismos como escuelas y colegios, no descartándose la realización de charlas explicativas a la sociedad.

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