BUENOS AIRES (ABA).- A juzgar por los movimientos en la cumbre del poder kirchnerista, si se soluciona el conflicto con el campo, habrá una "oxigenación" - algunos lo interpretan como rectificación - en el gabinete que acompaña a la presidenta Cristina Fernández.

Así lo dejaron trascender anoche a "Río Negro" altas fuentes de la Casa Rosada, que en la víspera dieron cuenta de la "inquietud" del ministro de Economía, Martín Lousteau, por una extensa reunión entre Alberto Fernández y Roberto Lavagna.

Este diario pudo precisar que la semana pasada el ex presidente Néstor Kirchner le mandó a pedir a Lavagna un glosario de lo que habría que hacer para encauzar la problemática económica y social, gravemente alterada por la protesta del campo y el malestar evidente de un amplio sector de las clases media y alta.

De acuerdo con las fuentes consultadas, Lavagna aconsejó: dejar flotar más el dólar norteamericano; producir rápidos cambios en el Indec; desacelerar el crecimiento dos o tres puntos y no seguir inyectando tantos pesos al mercado.

Al parecer, el ex presidente le dio buena acogida a la mayoría de las recomendaciones, aunque puso reparos en desacelerar la marcha de la economía.

El temor de Lousteau es que se agite su reemplazo por Lavagna y que se debilite más su posición. Esto pese a que se conoce que Kirchner resiste el retorno de su ex colaborador a la cartera económica, originalmente encumbrado por su hoy enemigo, el ex mandatario Eduardo Duhalde. Sin embargo, las versiones indican que Lousteau también podría ser desplazado por la titular del Banco Nación, Mercedes Marcó del Pont (otra funcionaria de la estrecha confianza de Alberto Fernández) y que hay chances de que a Lavagna se le ofrezca la Cancillería, donde su actual responsable, Jorge Taiana "no pega una", según deslizaron las fuentes que accedieron a hablar en "off" con "Río Negro". "Si hay arreglo con el campo, tenga por seguro que también se irá (Guillermo) Moreno", dijo un portavoz en referencia al polémico secretario de Comercio sostenido en esta instancia por Kirchner, dado que "en un equipo siempre se necesita a uno que pegue".

El que está promoviendo con más firmeza la "oxigenación" es el jefe de Gabinete. En efecto, ya en diciembre Alberto Fernández era uno de los que más impulsaba el recambio ministerial, algo que no ocurrió.

La crisis profunda abierta por el "parate" que le propinaron al gobierno los productores agropecuarios del interior, provocó un debate profundo en el Justicialismo en proceso de reorganización y agudizaron las diferencias internas en la Rosada.

Otro hecho palpable del resquebrajamiento en el kircherismo, debe buscarse en las declaraciones de gobernadores y senadores peronistas y en el clima de incertidumbre que se observa entre intendentes radicales que en octubre pasado apostaron a la fórmula Cristina-Julio Cobos.

Anoche, un "cristino" reconoció que cuando "se serenen las aguas" habrá que hacer correcciones. "Hay ministros con claros signos de fatiga", dijo en referencia a Taiana y Aníbal Fernández, de Seguridad y Justicia

"No soy un obediente desenfrenado. Los acuerdos en política hay que respetarlos. Como radical respeto el entendimiento en mi provincia, pero sigo sosteniendo que las retenciones son confiscatorias y que los impuestos nacionales a las ganancias hay que coparticiparlos", sostuvo el senador Pablo Verani, al aclarar que no seguirá los pasos del gobernador catamarqueño, Eduardo Brizuela del Moral, quien el miércoles le dio "un portazo a la concertación plural". "Hay que ser más equilibrados y ayudar al gobierno a que revise su comportamiento", manifestó.

ARNALDO PAGANETTI