CENTENARIO (ACE).- La investigación judicial por la mujer y sus dos hijos que aparecieron ahogados en el canal principal de riego de esta localidad no cesa: así como no hay elementos para caratular la causa como un homicidio triple, tampoco hay suficientes indicios que permitan establecer el suicidio de la madre.
Según trascendió, el martes por la tarde la vivienda de la familia en la zona de chacras volvió a ser allanada por orden del juez Marcelo Muñoz.
Por otra parte, se supo que la fiscal de Graves Atentados contra las Personas, Sandra González Taboada, habría viajado al norte de la provincia en busca de mayores detalles familiares que le permitieran hacer una composición de lugar.
La fiscal viajó en compañía de agentes de homicidios.
De la casa familiar se secuestraron "elementos que serán valorados en la causa" pero no se especificó más. Luego de eso, se retiró la consigna policial que se mantenía desde el fin de semana pasado y se entregaron las llaves de la casa.
Como se recordará, los bebés de 50 días (Héctor) y de dos años y tres meses (Candela) fueron encontrados por el tomero en el canal de riego el viernes pasado alrededor de las 18.
Su madre, Eva Tapia de 17 años, fue hallada el domingo también ahogada, aguas arriba, en un canal de riego secundario.
El padre de familia Sebastián Israel Rodríguez -de 25 años- permaneció demorado hasta el lunes, pero quedó en libertad porque no se encontraron elementos que lo vincularan a la caída de la mujer al agua y de sus hijos arrojados al canal.
Aunque fue allanada exhaustivamente el sábado pasado tras el hallazgo de los bebés, la vivienda en la que vivía la familia a la altura de la calle rural 9 -frente al canal de riego- el martes fue nuevamente periciada por la policía y la fiscal.
La investigación judicial hurgó en una gran cantidad de testimonios de vecinos y allegados a la familia para establecer una composición de lugar, de donde aún no se habría logrado establecer ni indicios, ni un cuadro de depresión como para que la madre decidiera ahogar a sus hijos y luego quitarse la vida.
Sí se pudo consignar que la mujer padecía muchas carencias afectivas y económicas; por las cuales intentaba volver a su casa paterna en Barrancas.
Incluso había sido golpeada -aún embarazada- por su compañero.
