River está en llamas, qué duda cabe. Anoche un Monumental "ahumado" deliró con una gran exhibición del equipo del "Cholo" Diego Simeone, que vapuleó a Universidad de San Martín por 5-0 y se metió en los octavos de final de la Libertadores, una instancia donde lo esperaban Estudiantes, Lanús y San Lorenzo.
La "Banda" sonó mejor que nunca y el muchachito de la película esta vez fue el "Loco" Sebastián Abreu, que se despachó con su primer triplete con la camiseta de River.
La idea de Simeone cada vez cuaja mejor. A simple vista se ve a un conjunto equilibrado, que asfixia a sus rivales en todos los sectores del campo y que llega al arco contrario en un parpadeo.
Es cierto que anoche los peruanos no fueron un rival exigente, pero también es verdad que la mano de Simeone se ve ya desde hace un tiempo. Vale recordar que, aparte de seguir en la Copa, el "Millonario" es único líder del campeonato doméstico, un puntero que no luce, pero al que no le convierten (apenas le hicieron dos goles) y que en un golpe noquea.
Ante un Monumental con populares habilitadas, River fue amo y señor del balón, el campo y las acciones de peligro. Con presión, ritmo vertiginoso y precisión, el local llegó siempre por las bandas. Mientras el humo hacía difusas las siluetas, a los 10 el "Millo" tuvo la primera: pase bárbaro de Archubi que no pudo concretar Radamel Falcao.
Dos minutos más tarde se vislumbraría la fórmula del triunfo, desde un excelente tiro libre ejecutado por Abelairas que cabeceó Abreu y que no fue gol porque el arquero Leao Butrón estuvo magnífico. Claro, a los 14 nada podría hacer ante el toque a la red del "Loco" (su cuarto gol en la Copa), luego de un centro de Alexis Sánchez.
El segundo tanto fue un tacazo perfecto de Falcao después de un desborde de Ferrari. Y partido liquidado, a nadie le quedaban dudas de ellos.
En el complemento, apenas habían pasado 6 minutos cuando otra estocada con pinta de tiro libre de Abelairas hizo delirar otra vez al Monumental, con otro tanto del "Loco" Abreu, que fue a festejarlo con el "Burrito" Ortega.
De ahí en más, River se relajó y decidió ahorrar energías. Su rival tuvo algunas chances, pero otra vez Carrizo terminó con su arco invicto. Claro, quedaba tiempo para que el "Millo" se floreara un poco más y convirtiera otro par de goles. El ingresado Andrés Ríos colocó el 4-0 y, en la última pelota del juego, Abreu selló las cosas y un triplete inolvidable.
Entonces fue tiempo para que los miles de hinchas desataran un festejo esperado, porque este River versión '08 los invita a seguir soñando, en los dos frentes.