Lunes 14 de Abril de 2008 Edicion impresa pag. 24 y 25 > Sociedad
La fundación del padre Luis, unlugar para contener a los jóvenes

"Creando Futuro" tiene dos centros de adolescentes, uno que trabaja en capacitación laboral y oficios y otro en arte y actividades culturales. Este último está en el Barrio 20 de Junio y el de oficios en el barrio Ceferino. Ciento cuarenta adolescentes transitaron por estos lugares de contención.

Para los niños, en la sede de la fundación, existe un centro de formación, y el otro es la ya mencionada Casita del Niño del barrio San Martín. Todo se solventa con socios particulares, Municipios de España y convenios con el Ministerio de Familia y la Legislatura de Río Negro. Iniciaron un programa de lucha contra el trabajo infantil y jóvenes en riesgo para lo cual firmaron un convenio con una empresa transnacional. "Existen personas que recorren las calles para detectar a los chicos vulnerables para acercarlos", cuenta el padre Luis,

"Si hubiese políticas más claras y concretas y una mayor solidaridad e implicación por parte de los entes

gubernamentales nosotros como institución estaríamos ya en otros barrios, que están muy abandonados en este sentido", critica Luis. "El tema de la niñez y adolescencia es un campo no lo suficientemente tenido en cuenta. Necesitamos medios, políticas claras y esfuerzos del gobierno", sostiene. "Entre Nación y provincia se pasan la pelota como en un partido de tenis", agrega.

El padre y sus colaboradores, Esteban Georgetti y Oscar Hernández conocen en detalle la ley 4.109 y su similar nacional 26.061. Ambas instruyen la conformación de consejos provinciales y el Consejo Federal. "En Río Negro hay un interés en que este Consejo se concrete pero hay que agilizar, los niños y adolescentes no esperan", dijo.

"Está entrando ese clima de inseguridad que se vive en el país. La inseguridad baja en la medida en que se invierte en políticas sociales. La solución no es llenar Viedma de policías sino generar personas que se comprometan a trabajar con los niños y adolescentes. Gastar menos dinero en las campañas políticas, cenas, carteles y regalitos y destinarlo a las políticas sociales. Pedimos menos promesas porque después nos dejan solos a las organizaciones intermedias intentando dar contención en los barrios", concluyó.

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