Lunes 14 de Abril de 2008 Edicion impresa pag. 28 > Cultura y Espectaculos
EN CLAVE DE Y: Mujeres y grafittis

Supongo que usted, como yo, debe recibir cadenas de mensajes ilustrados y musicalizados -yo los llamo "graffitis electrónicos" -, esto en el caso de que utilice el ciberespacio. Normalmente, elimino sin darles la oportunidad de vivir. Esta situación alcanzó su punto culminante para el Día de la Mujer, y sus ondas retrasadas aún llegan; y si uno se salvó de la masacre es sólo porque vino de mi hermana Nina, que no suele visitar mucho la computadora.

Quisiera compartir algunas porciones de este mensaje, y se lo mandaría, a hombres y mujeres, si tuviera todos los correos electrónicos de los y las probables lectores y lectoras, y aún me faltaría abarcar gente rebelde al ciberespacio, pero que lee el diario como cuida a su perrito, así que aquí va.

Música de fondo: melodía romántica, piano dominante, tipo Bruno Gelber. Leyenda general que enuncia: "sólo una mujer sabe lo que es...", graciosa muñequita que aparece en cada clic y que seguirá cambiando de gestos, acompañando cosas como éstas:"...pasarse la vida entera luchando contra su propio cabello...hablar de intimidades que los hombres ni se imaginan....saber de memoria quién se casó, quién se separó y quién dejó la carrera...ser tratada como una idiota por los mecánicos de un taller...fingir naturalidad durante un examen ginecológico...el poder de unos jeans, de un body de lycra para sostener la estructura del cuerpo..."

Arremete música de fondo, piano cambia de dulzón a cierto aire marcial:"...tener crisis conyugales, crisis existenciales, crisis de identidad, ¡crisis de nervios!....ser madre soltera, madre casada, madre separada y madre del marido...escuchar que "una mujer al volante es peligro constante"..., sonreír gentilmente a un cliente mientras un cólico loco le aprieta como una bazoca"...

Vuelve pianito dulzón: "el milagroso poder curativo de un beso, un gesto y una palabra dulce...y arremete toda la orquesta: "ser santa, filósofa, maestra, médica, psicóloga, redentora, administradora, cocinera, encargada de mantenimiento, organizadora, árbitro y encima ¡pulpo!"

Finaliza recomendando que "lo envíes a cuanta mujer conozcas, algo bueno pasará: levantarás la autoestima de alguna de ellas; y a por lo menos cuatro hombres, para que sepan apreciar a las mujeres que los rodean". Fin. Haga clic para salir.

Entonces me acordé que ayer, caminando bajo la lluvia, me atrajo otro graffiti, éste en una pared blanca. Enorme letras rojas: "no me regales flores ni bombones, quiero dignidad". Y un sitio de Internet, women algo, que en realidad bajo la lluvia no me puse a descifrar, pero para el caso no importa.

Lo que importa para el caso, lo que me pregunto y le pregunto, es: ¿son mensajes contradictorios? ¿Es posible tener de nosotras mismas una mirada realista y benévolamente graciosa, y al mismo tiempo, combinar el piano romántico con los clarines guerreros?

Yo creo que sí. En verdad, creo que cambiar ese papel tan cruel de víctima consagrada al servicio de los demás, implica, previamente, mirar de frente los roles en que siglos de machismo nos han asignado y que paradójicamente, trasmitimos las mujeres con nuestra propia conducta diaria.

Quizás sea bueno aceptar flores o bombones o esas felicitaciones que seguramente recibió y transmitió el Día de la Mujer, y librar en el cada día una batalla que recién está comenzando...y cuyo final quizás no viviremos. Sin embargo, no hay futuro de igualdad y dignidad que no se siembre previamente. Y sólo una mujer sabe que las semillas parece que duermen...hasta que un día emergen de donde no hubo nada.

 

MARIA EMILIA SALTO

bebasalto@hotmail.com

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