Los ciclos económicos son un hecho demostrable históricamente pero también, como lo corrobora la teoría de Schumpeter-Kondriatief, predecibles científicamente. Existen causas endógenas y exógenas por las cuales a una bonanza económica le sigue una fase de recesión, produciendo una secuencia de ciclos "auge/ruina". Cuando se transita por la fase depresiva, queda a la vista la fragilidad intrínseca de un modelo que no incluía recaudos para enfrentar sus consecuencias negativas.

La pesca en el golfo San Matías ofrece ejemplos de estos ciclos. Casos concretos son los de la vieira tehuelche y la merluza de palangre. Estos ciclos, causados por agotamiento de recursos, costos excesivos, caída de mercados o la incapacidad de algunas empresas para hacer de la pesca una actividad económica viable, tuvieron como consecuencias la desocupación y la marginación social.

Este artículo pretende reflexionar sobre el tema desde la perspectiva de la ciencia, en tiempos en que a instancias del cierre de la empresa Alpesca se está decidiendo el destino de 2.750 toneladas de merluza y otro tanto de especies variadas. Si bien los medios se hicieron eco de la crisis laboral y de otras cuestiones menores, nada se dijo sobre las posibilidades que brinda la situación planteada. Dicho análisis constituye el foco de esta nota, escrita con la intención de aportar un punto de vista constructivo a la hora de decidir el mejor destino para un recurso que pertenece a todos los rionegrinos.

La recuperación del cupo oportunamente asignado a Alpesca dio a las autoridades la posibilidad de considerar diferentes opciones para disponer del mismo. Dado el estado de conservación del efectivo pesquero, no se han visto razones para no reasignar la totalidad del cupo vacante a otros operadores nuevos o ya radicados en la provincia. Superada esa restricción inicial, lo que se debate hoy es el proceso de reasignación, es decir, establecer quién habrá de hacerlo, a quién y por cuánto tiempo, a cambio de qué y con qué fines. Al tratarse de recursos de dominio público, será la autoridad de aplicación de la ley provincial de pesca la encargada de decidir el destino de ese cupo. Respecto de a quién se asignará, se trata de un tema contencioso y siempre habrá quienes se consideren afectados por la decisión. No obstante, se deben tener en claro dos cuestiones previas: a) cómo se adquiere el derecho o privilegio para obtener una concesión pesquera en Río Negro, y b) a cambio de qué y con qué fines se concesiona el cupo.

Por tratarse de una concesión administrativa, el Estado continúa siendo el titular inalienable del dominio originario de los recursos, lo que significa que si bien los usuarios pueden administrar las concesiones como si se tratase de derechos de propiedad durante el período de la concesión, lo concreto es que el Estado debe privilegiar la asignación del cupo entre quienes demuestren capacidad para utilizarlo con eficiencia y una conducta responsable. En el caso que nos ocupa, se ha optado por reasignar el cupo mediante un proceso de concurso de proyectos, por lo que el Estado adjudicará su explotación por el plazo que marque la ley a quien haga la propuesta más conveniente. Se supone que la evaluación de las propuestas considerará varios aspectos que hacen al mejor aprovechamiento en términos económicos y sociales del activo natural que se concesiona. Si bien la plantilla laboral es una de las piezas clave de la evaluación, convendría no perder de vista que la oportunidad que se presenta -con rara frecuencia- podría dar lugar a considerar otros factores. Uno de ellos tiene que ver con la calidad y características técnicas de los buques que se incorporen, pensando en la urgente necesidad de una modernización de la flota del golfo.

Otro aspecto relevante a considerar tiene que ver con las características de los establecimientos de elaboración. Al igual que en la flota, en general en las plantas existe un marcado atraso tecnológico, asociado a un esquema productivo basado principalmente en la generación de commodities y una muy baja producción con valor agregado. Existe también una oportunidad histórica de marcar un quiebre en relación con el definitivo ordenamiento urbanístico de las plantas pesqueras en San Antonio Oeste, siendo ésta la oportunidad para comenzar el traslado de las mismas al Parque Industrial Pesquero.

Respecto de con qué fines se concesionará el cupo, aparece un tema clave de política pesquera: saber qué esperan de la pesca la provincia y los municipios de San Antonio Oeste y Sierra Grande. Los Estados modernos ejercen su poder administrador como socios estratégicos de las empresas, preocupándose por su viabilidad ecológica, económica y social. Las autoridades deberían prever un proyecto de desarrollo que optimice no sólo la integración vertical de las cadenas de valor, sino también la conformación regional de "clusters" productivos. Este tipo de asociaciones estratégicas confiere mayor eficiencia a las empresas de un rubro instaladas en una región. La demanda agregada de insumos y servicios, unida a una estrategia común de posicionamiento y diferenciación, son términos esenciales de la competitividad. Precio, diferenciación y enfoque son claves para competir en el escenario de negocios pesqueros. A ello se suma hacerlo con denominación de origen y bajo normas de sustentabilidad certificable o, más aún, garantizando calidad alimentaria y buenas prácticas de manufactura.

Lo que aparece hoy como otra crisis para la administración pesquera podría ser la oportunidad para alzar la vista en procura de avizorar un futuro mejor. Claro está, después habrá que arremangarse y llevar a cabo una agenda exigente, no exenta de críticas interesadas ni de dificultades objetivas. Sin embargo, valdría la pena empujar el lápiz en el sentido en que lo hacen otras administraciones pesqueras exitosas del mundo, para cuyo ejemplo alcanzaría mencionar a Australia, Namibia o Nueva Zelanda, a fin de no recurrir a países que, con una tradición pesquera varias veces centenaria, parecerían demasiado lejanos a nuestra idiosincrasia.

CARLOS VERONA (*), RAÚL GONZÁLEZ (**) y MAITE NARVARTE (***)

(*) Consultor independiente.

(**) Investigador-docente del Instituto de Biología Marina y Pesquera Almirante Storni - Universidad Nacional del Comahue.

(***) Investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).

Especial para "Río Negro"