El papa Benedicto XVI, que llega mañana a Estados Unidos, profesa una conocida aversión por la música rock, pero los jóvenes norteamericanos le darán una acogida digna de una estrella del género.
Para la visita, adolescentes de un liceo de Virginia produjeron un video que será proyectado en pantalla gigante durante la misa celebrada por Benedicto XVI en el estadio de beisbol de Washington, ante 45.000 personas.
Las camisetas oficiales del evento, en venta por 18 dólares, presentan las etapas de la visita del Papa a Washigton y Nueva York como si fuese la gira de un grupo de rock. Otra que tuvo mucho éxito entre los jóvenes lleva el eslogan: "Propiedad de Benedicto XVI".
La misa que celebrará el Papa en el estadio de los yanquis de Nueva York el 20 de abril ante 55.000 personas, el último día de su visita, será producida por Stig Edgren, organizador de conciertos para Cher, Gloria Estefan o "Earth, Wind and Fire". Además, la ganadora del concurso del popular show de la televisión "American Idol" cantará para el Papa en el seminario San José de Nueva York.
Kelly Clarkson entonará cantos religiosos, incluyendo un "Ave María", pero no temas de rock. A Benedicto XVI no le gusta para nada este tipo de música, por considerarlo "un vehículo antirreligioso", como lo dijo en un discurso en 1986 cuando todavía era el cardenal Ratzinger.
En el 2000 volvió a decir que el rock es "la expresión de pasiones elementales" que durante los conciertos "adopta el carácter de un culto, en una forma de veneración contraria a la adoración cristiana". "La gente se transporta fuera de sí por el efecto de la muchedumbre y las emociones provocadas por el ritmo, el ruido y las luces", explicó.
Benedicto XVI invitó además a los jóvenes a no dejarse tentar por una vida volcada a "la posesión de bienes materiales". Sin embargo, los católicos norteamericanos pasaron por alto algunas reticencias de Benedicto XVI frente a la cultura del rock o del consumo y quieren que la figura papal resulte accesible para un máximo de gente.
"Este Papa es un poco más severo que el precedente", afirma Mary Sadlack, directora adjunta de la tienda de objetos religiosos de la basílica National Shrine de Washington, donde las estanterías dedicadas al sumo pontífice fueron asediadas por los clientes. Además, "no es tan carismático como Juan Pablo II, quien tenía una excelente relación con los jóvenes", agrega.
"Tratamos de que el Papa y su visita sean más atractivos para los jóvenes", afirma Mark Nelson, de 33 años, quien dirige una pequeña empresa en Ohio encargada de la fabricación de toda la parafernalia papal. "Como católicos es nuestro deber asegurarnos que el mensaje de la Iglesia alcance la próxima generación, y una manera de lograrlo es comunicarnos con los jóvenes de una forma que a ellos les llegue", agregó.
La escuela católica de Santa Catalina Labouré en Wheaton, en el suburbio de Washington, organizó una kermés papal para presentar el tema del pontífice a los alumnos.
En el jardín de infantes se enseña "todo lo que un niño de cinco a seis años pueda absorber sobre el Papa", incluyendo detalles sobre la bebida favorita del vicario de Cristo, la Fanta, según explicó a la AFP la adjunta principal, Julie Fox. "Aprendimos quiénes eran los diferentes papas, hicimos trajes. Fue muy divertido", dice Ryan Phillips, de 14 años, disfrazado de pontífice en la kermés junto con otros seis alumnos.
KARIN ZEITVOGEL
AFP