ROMA (DPA/Télam/AFP) - Las elecciones parlamentarias en Italia, a las que están convocados unos 50 millones de italianos discurrieron ayer con un índice de participación menor al de los últimos comicios y continuarán hoy, lunes, cuando se prevén los primeros resultados.
Hasta anoche habían votado menos del 63% de los electores habilitados, informó el Ministerio del Interior en Roma, una participación de cinco puntos porcentuales menor a la de las parlamentarias del 2006.
En efecto, los analistas predijeron una participación menor que la de entonces, cuando casi el 84 por ciento de los convocados a las urnas ejerció su derecho, en la que fue una de las elecciones más ajustadas en la historia italiana.
Los más de 61.000 locales electorales cerraron a las 22 (17 de Argentina). El lunes estarán nuevamente abiertos de 7 a 15 . Se espera que a continuación se ofrezcan los primeros datos sobre los resultados.
Las elecciones fueron programadas en dos días para evitar el caos en los colegios electorales, como en el 2006.
Los principales candidatos en estos comicios son el magnate mediático Silvio Berlusconi, que podría obtener un tercer mandato como primer ministro, y el ex alcalde de Roma Walter Veltroni.
El favorito, Berlusconi, a quien los últimos sondeos permitidos daban como ganador, llegó muy temprano, solo y sonriente a emitir su sufragio al colegio electoral que le correspondía en la ciudad de Milán. "¡Silvio, sálvanos!", le gritó una simpatizante al magnate de las comunicaciones, a quien los últimos sondeos, divulgados hace dos semanas, le otorgaban una ventaja de entre cinco y siete puntos.
Veltroni, en tanto, votó en Roma acompañado de su mujer, Flavia, y de sus hijas Martina y Vittoria, que aún no puede votar al faltarle unos meses para cumplir 18 años.
Debido al alto número de indecisos -que rondaba el 30%- los analistas predijeron una participación menor a la del 2006, cuando cerca del el 84% de los convocados a las urnas ejerció su derecho ciudadano.
No se registraron problemas en los colegios electorales, a excepción de largas colas en Roma, donde había varias elecciones simultáneas. En Nápoles, un elector protestó contra el sistema político tras recibir las boletas de su distrito electoral, comenzó a romperlas en pequeños pe
dazos y a comérselas. El empresario Ciro D'Esposito, fue detenido tras un breve forcejeo con la policía. "Todos dan asco, no me siento representado por ninguno", dijo.
En total se elegirán 630 escaños del Congreso de los Diputados y 315 del Senado.
Las últimas encuestas predicen un regreso al poder para un tercer mandato de Berlusconi, de 71 años, que podría obtener sin grandes dificultades la mayoría en la Cámara de Diputados pero la incógnita reside en el Senado donde, en caso de derrota, podría volver a vivirse la pesadilla de un país ingobernable, como ocurrió durante los 20 meses del gobierno de Romano Prodi.
El futuro de Italia se juega pues en el Senado y el suspenso permanecerá hasta que se contabilice el último voto.