Domingo 13 de Abril de 2008 Edicion impresa pag. 54 > Policiales y Judiciales
No encuentran a la madre de los dos bebés muertos
Hubo intensos operativos en Centenario. El padre permanece demorado.

CENTENARIO (ACE).- Pese a los rastrillajes de la policía neuquina, la madre de los dos bebés que el viernes aparecieron muertos en un canal de riego de Centenario, no fue hallada ayer.

Los niños eran hijos del jornalero de Vista Alegre que buscaba a su familia en el hospital y que está demorado desde el viernes por la noche.

La única hipótesis que hasta ayer estaba descartada era que los niños pudieron haber caído por accidente al canal principal de riego de Centenario. Fueron hallados pasadas las 18:10 del viernes por el tomero del consorcio de riego, varios kilómetros aguas abajo del sector rural de Vista Alegre en donde vivían.

Según la autopsia, los niños fallecieron de asfixia por inmersión mecánica e hipotermia y no tenían más de media hora en el agua cuando fueron hallados: la niña enredada en raíces de árboles en la zona del "puente de Villar", y el bebé en una de las compuertas que lleva a un canal secundario en el denominado "puente de Ortuño".

Por las versiones extraoficiales que se lograron, los investigadores trabajan bajo la hipótesis de que los menores fueron asesinados: arrojados adrede al canal de riego, que en esta época tiene un caudal de 7 a 8 metros cúbicos en el trayecto que hicieron los bebés, y una profundidad que oscila entre 1,20 y 1,40 metros.

Se supo, según las pericias forenses, que cuando cayeron al agua, estaban vivos. Según trascendió, la nena de dos años tenía signos de haber sido fuertemente golpeada días antes de haber sido arrojada el canal.

El hombre demorado desde el viernes por la tarde se llamaría Sergio Rodríguez, un peon rural de 25 años que es oriundo de Buta Ranquil y que llegó hace tres años al Alto Valle con Eva Tapia, quien sería de Barrancas.

La joven de 17 años está desaparecida desde el viernes y se desconoce si la Justicia logró contactarse con sus padres. Tampoco se conocía si tenía el consentimiento familiar para vivir en pareja con Rodríguez cuando recaló en Vista Alegre a los 14.

Como se informó ayer, el padre de los menores fue llevado por un policía a la comi

saría cuando se presentó en el hospital de Centenario en busca de su mujer e hijos, porque aseguró que volvió a su casa a las 17 y no los encontró.

En la comisaría se entrevistó con la fiscal de Graves Atentados contra las Personas, Sandra González Taboada. Se supo que esa noche reconoció las ropas de los niños como las de sus hijos, pero no trascendió qué explicación pudo haber dado ante la desgracia.

Los investigadores mantienen sospechas sobre la intervención del hombre en los hechos y por eso quedó demorado en la comisaría quinta. Al menos hasta ayer por la tarde no había recuperado su libertad.

La vivienda donde residía con la familia y se dedicaba a las tareas rurales, en la chacra de Lizardo Belich, fue allanada ayer por la mañana sin que se pudieran obtener de allí indicios que dieran alguna pista.

La casa estaba en orden, aparentemente no había señales de alguna pelea y presuntamente no faltaban bolsos o ropa que hiciera presumir que la joven iba a dejar el hogar.

La madre es menuda, delgada, tiene la tez clara, cabello castaño claro que le llega hasta la mitad de la espalda. No se tenían registros de denuncias por violencia familiar, aunque algunos vecinos habrían hecho comentarios a los policías respecto a una situación de violencia en la pareja.

Ayer fue incesante la búsqueda de la madre de los niños y de algún indicio sobre qué pudo haber ocurrido con los menores horas antes de que fueran arrojados al canal principal de riego.

Alrededor de las 9 los perros de la policía comenzaron el rastreo en las inmediaciones de la vivienda familiar, los agentes iniciaron un intenso rastrillaje en la chacra donde vivía la familia, en las chacras vecinas, y en los laterales del canal, mientras que los buzos trabajaban en el interior del canal de riego.

El agua de regadío fue cortada por el consorcio, lo que ayudó a que los buzos buscaran detalles en el fondo del canal a lo largo de más de 8 kilómetros de recorrido desde la altura en el que estaba la chacra en Vista Alegre, hasta el sector en Centenario donde los bebés fueron sacados del agua.

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