NEUQUÉN (AN).- Huesos compatibles con seres humanos fueron hallados ayer en el ex predio de la VI Brigada del Ejército aledaños al barrio La Sirena, donde se encontraba el polvorín. También se encontró una moneda de un peso de 1975, lo que hace presumir que podría tratarse de restos de personas desaparecidas y hasta del joven Sergio Ávalos, del que no se tienen noticias desde junio del 2003.
Las tierras, de donde hasta el cierre de esta edición se habían extraído cuatro bolsas con huesos, son las conocidas como "Las 127 Hectáreas", que por convenio pasaron de manos del Ejército a la provincia en 2003, y en donde se está levantando un complejo deportivo.
El hallazgo se produjo en horas de la mañana de ayer, cuando obreros de la Ciudad Deportiva Neuquén (Cidene) realizaba movimientos de suelo para nivelar el terreno donde se hará una nueva cancha. Los trabajadores descubrieron unos pequeños huesos, por lo que frenaron su labor para notificar a sus superiores, que radicaron la denuncia en la Comisaría 17.
Cerca de las 10 de la mañana, personal de Criminalística resguardó el perímetro donde, al poco de excavar, encontraron más huesos, por lo que notificaron a la Justicia Federal, ya que al tratarse de terrenos que pertenecieron a la VI Brigada del Ejército, son de jurisdicción nacional en proceso de traspaso a la provincia.
Por este motivo, en el mediodía de ayer el juez federal Guillermo Labate, se constituyó en el lugar y convocó a arqueólogos, paleontólogos y personal de Gendarmería Nacional, que instalaron un equipo móvil criminológico que trabajará en las tierras del ex polvorín durante todo el fin de semana.
A 50 metros del lugar donde se localizaron los huesos compatibles con los de seres humanos, se encontró una moneda de un peso de 1975, lo que hace suponer que se podría tratar de personas desaparecidas, ya que el predio se encuentra cercano al centro de detención clandestino que funcionó durante la última dictadura conocido como "La Escuelita". Además, perros rastreadores hallaron a pocos metros una platea de cemento, típicas del inicio de una construcción, cuyo origen propósito por ahora se desconocen.
Todas las piezas oseas encontradas se guardaron en cuatro bolsas que quedaron bajo custodia de Gendarmería y la policía neuquina. En breve estos restos serán derivados para estudios de ADN a un laboratorio porteño de antropología forense. Los estudios determinarán si son fehacientemente restos humanos, la edad aproximada y la cantidad de años que llevan enterrados.