LUSAKA (AFP).- Los líderes de la región del sur africano se reunieron ayer en Zambia para abordar la crisis post-electoral en Zimbabwe, pese a la decisión del presidente Robert Mugabe de no asistir a la cumbre y entrevistarse en cambio con su homólogo sudafricano, Thabo Mbeki, en Harare.
Dos semanas después de las elecciones presidenciales del 29 de marzo, que opuso a Robert Mugabe, de 84 años y 28 en el poder, y a su rival, Morgan Tsvangirai, Zimbabwe todavía espera los resultados oficiales.
El decano de los presidentes africanos, cuyo partido perdió las elecciones legislativas organizadas simultáneamente, decidió no acompañar a sus homólogos africanos en la reunión de Lusaka, y envió a cuatro de sus ministros.
Pero el jefe de Estado sudafricano, Thabo Mbeki, intentó romper el aislamiento voluntario del mandatario zimbabwense y se reunió con él en Harare, la capital, antes de la cumbre.
Tras el encuentro, Mbeki afirmó que "no hay crisis" en Zimbabwe y pidió a los ciudadanos que esperen el anuncio de los resultados definitivos. "El órgano autorizado para publicar los resultados es la Comisión Electoral. Esperemos que ella anuncie los resultados", declaró.
La reunión de Lusaka dependerá mucho de la actitud de Mbeki, presidente de una potencia regional, y responsable de la mediación entre el gobierno y el partido de la oposición antes de las elecciones zimbabwenses.
Según fuentes diplomáticas, Mbeki intentó hasta el final llegar a un acuerdo para crear un gobierno de unidad nacional. Pero la ausencia de Mugabe en la cumbre ha supuesto un desaire a la "diplomacia discreta" que Mbeki siempre ha aplicado con su vecino.
El gobierno zimbabwense ya desacreditó la cumbre extraordinaria de la Comunidad de Desarrollo de Africa Austral (SADC), convocada el miércoles por la presidencia zambiana.
"No hay necesidad de regionalizar la crisis en Zimbabwe", declaró el ministro de Justicia, Patrick Chinamasa.
"Esta cumbre está manifiestamente dirigida por el gobierno británico", prosiguió Chinamasa, siguiendo el credo de Mugabe contra la ex potencia colonial.
El gobierno agregó que "no aceptará" la presencia del jefe de la oposición Morgan Tsvangirai en la cumbre.