INGENIERO JACOBACCI (AJ).- Previendo un futuro poco alentador para el sector productivo ganadero, debido a la gran sequía que afecta la Región Sur rionegrina y a un pronóstico que no anuncia abundantes lluvias para la zona durante los próximos meses, la Comisión de Emergencia Climática lanzó una serie de recomendaciones para anticiparse y tomar decisiones a tiempo para mejorar el manejo productivo y financiero de los campos.
Los consejos fueron discutidos en la mesa de desarrollo rural por técnicos de varias instituciones vinculadas a la producción, junto a productores afectados que también forman parte de la Comisión de Emergencia Climática.
Si bien la sequía repercute de distinta manera, de acuerdo a las zonas existentes entre la cordillera y el mar, se estima que hasta el momento han muerto más de 700.000 ovejas.
En este sentido, la Comisión de Emergencia Climática considera que en el área productiva ovina de la provincia de Río Negro existen al menos dos situaciones diferentes, una en la precordillera y en el oeste de sierras y mesetas, y otra en el resto de la provincia. Cada una de estas regiones deberá atender las recomendaciones en función de la situación en la que se encuentre.
En los campos de precordillera recomienda descargar toda la hacienda de menor productividad aunque el negocio no sea el mejor, ya que no hay mucha esperanza de más producción de forraje debido a la cercanía de los primeros fríos -ya se registraron temperaturas de hasta 7 grados bajo cero- y retener a aquellos animales que van a proveer una recuperación más rápida y mejor de la majada. "Vender las ovejas que no se pueden alimentar trae beneficios inmediatos y permite mejorar a la vez el resto de la producción. La reducción de carga debe ser progresiva. El orden sugerido para ir descargando es de corderos machos, capones, ovejas con taras o de rechazo, a ovejas más viejas, de tercera categoría y corderas de menor nivel".
Además revisar la majada antes del servicio y no dar servicio a animales con mala condición corporal, ni tampoco a los animales con medio diente ya que al momento de encarnerar, una mala condición corporal reduce el índice de preñez y pone en peligro la vida del ovino durante el invierno. También almacenar forrajes a partir de ahora y antes del parto revisar nuevamente la majada y separar madres preñadas con mala condición corporal para suplementarlas, ya que esto evitaría muertes.
En relación a lo que sucede en la región del monte, si bien existen situaciones diferentes, el problema es más grave que en precordillera, sierras y mesetas. Por ello, es necesario tener en cuenta todavía que si llueve durante este mes las cosas pueden mejorar. A pesar de ello hay que descargar los campos de animales, a partir de ahora, en aquellos casos donde no hubo gran pérdida y buscar acuerdos para pasar animales de los campos cargados a los que se descargaron por mortandad, previa evaluación de pastizales.
En este caso el traslado de animales debería ser hacia otras zonas con mejores recursos forrajeros como los valles, de manera de favorecer la descarga de los campos.
Además analizar muy bien el costo de los engordes, priorizar las categorías jóvenes, previo acuerdo con el sector de la industria de la carne.