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España: Zapatero asume con promesas de diálogo | ||
El Parlamento aprobó la investidura del socialista, por primera vez en segunda votación, para otro mandato, con los retos de una alicaída economía, el combate a ETA y los escasos aliados. | ||
MADRID (DPA) - El socialista José Luis Rodríguez Zapatero fue proclamado ayer en segunda votación jefe del gobierno español por cuatro años más, en una sesión del Parlamento en la que sólo obtuvo el respaldo de su propio partido pero en la que todos los grupos, incluso sus más acérrimos rivales, se declararon abiertos al diálogo. Esta disposición a lograr acuerdos por encima de los colores partidistas en aras del bien del país quedó plasmada inmediatamente después de la votación, cuando el líder del conservador Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, se convirtió en el primer diputado en acercarse al líder socialista para estrecharle la mano y felicitarlo por la reelección. "Estoy más contento que hace cuatro años", declaró el propio Zapatero, pese a haberse convertido en el primer jefe de gobierno español salido de las urnas que requirió de una segunda vuelta para acceder al cargo. Hoy, el líder socialista, de 47 años, jurará o prometerá como presidente del gobierno ante el rey Juan Carlos en el Palacio de La Zarzuela y posteriormente dará a conocer la composición de su gabinete, en el que no se esperan grandes cambios, si bien se da por seguro que el Ministerio de Defensa por primera vez en la historia de España será dirigido por una mujer. En la votación de ayer, que se hizo necesaria porque Zapatero no logró el miércoles la necesaria mayoría absoluta para ser proclamado en primera vuelta, el jefe del Ejecutivo obtuvo de los 350 diputados 169 votos a favor, correspondientes al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), 158 en contra y 23 abstenciones. En contra de la investidura de Zapatero se pronunciaron los 154 diputados del PP, los tres parlamentarios de los independentistas catalanes de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y la diputada del pequeño Partido Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez. Por la abstención optaron los 23 parlamentarios de las fuerzas nacionalistas catalanas, vascas, gallegas, canarias y navarras así como al bloque procomunista Izquierda Unida (IU). Tras una primera legislatura marcada por la bronca y la crispación, Zapatero anunció ante el pleno que "la pauta esencial" de su segundo mandato será el diálogo y avanzó que, entre los "muchos escenarios de encuentro posibles", no descarta "cauces de colaboración estables y predecibles" con otros partidos. Uno de esos posibles socios estables podrían ser los nacionalistas catalanes moderados de Convergencia i Unió (CiU), que sumando sus diez diputados a los 169 de los socialistas garantizarían al gobierno un apoyo superior al de la mayoría absoluta (176 escaños). Zapatero subrayó en su discurso que su interés es buscar acuerdos y por ello reclamó la colaboración de los demás grupos parlamentarios y especialmente la del PP en cuatro áreas clave: la lucha contra el terrorismo y en particular contra el grupo armado vasco ETA, la reforma de la justicia, la renovación del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial -el órgano de gobierno de los jueces-, y la definición de las prioridades de la presidencia española de la Unión Europea en el primer semestre de 2010. El líder del PP, Mariano Rajoy, recogió el guante lanzado por Zapatero, al apostar por el acuerdo entre los dos grandes partidos en política antiterrorista y exterior, modelo de Estado y sistema de protección social. "Se trata de una necesidad nacional", dijo. "No sólo estamos dispuestos a los acuerdos, sino que pedimos que se hagan", enfatizó. Entre sus promesas más relevantes, Zapatero anunció que su gobierno responderá a los efectos de la crisis mundial sobre la economía española, que ayer sumó un nuevo dato negativo al conocerse que la inflación interanual aumentó al 4,5 por ciento, el nivel más alto en 13 años. "Responderemos con urgencia, con medidas de alcance coyuntural y reformas y medidas a más largo plazo", dijo Zapatero, quien para ello quiere promover un diálogo "inmediato" con empresarios y sindicatos. | ||
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