Sábado 12 de Abril de 2008 Edicion impresa pag. 28 y 29 > Internacionales
Crece el pesimismo sobre la economía mundial
Los principales mercados siguen en baja y volátiles. Países más ricos y pobres debaten cómo protegerse.

El pesimismo sobre la economía mundial creció ayer, con fuerte pérdidas en la mayoría de los mercados financieros y el creciente temor tanto en países ricos como en desarrollo de que esta crisis afecte a la economía real.

La bolsa de Nueva York y sus pares de todo el mundo puede n verse arrastrada esta semana por la ola de resultados trimestrales de las empresas, que se anuncian desfavorables, especialmente para los grandes bancos, golpeados por la crisis hipotecaria.

Ayer el índice principal de la bolsa de Nueva York, Dow Jones, perdió 2,25% mientras que el Nasdaq, de fuerte composición tecnológica, cedió 3,40% . Los mercados de Europa y Latinoamérica siguieron la tendencia, mientras los asiáticos experimentaron alzas. Las bolsas cayeron luego que un desalentador reporte de resultados del primer trimestre por parte de General Electric Co., barómetro de la economía estadounidense, adjudicando la baja rentabilidad a la desaceleración en Estados Unidos .

Además, el índice de confianza del consumidor, en su nivel más bajo en 26 años, doblegó cualquier sentimiento positivo . El índice, medido por la universidad de Michigan, bajó a 63,2 puntos en abril contra 69,5 puntos en marzo, el nivel más bajo desde marzo de 1982.

Por su parte, el petróleo terminó muy firme en 110 dólares cerrando una semana record, a pesar del pronóstico de la Agencia Internacional de Energía de un menor consumo para el próximo trimestre. El Euro se mantuvo en 1,58 dólares con firmeza.

En este clima, las naciones más ricas del mundo reunidas en el G-7 admitieron ayer que la perspectiva de corto plazo de la economía global "se presenta débil'. Expresaron que los riesgos de una desaceleración "persisten en vista de la actual debilidad en los mercados de viviendas residenciales de Estados Unidos, condiciones tensas de los mercados financieros globales, el impacto internacional de los altos precios del petróleo y materias primas, y las consecuentes presiones inflacionarias".

Los ministros de finanzas de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Japón, Alemania, Italia y Canadá reconocieron que el comportamiento de los mercados emergentes "ha sido brillante, pero esos países no eran tampoco inmunes a las fuerzas globales".

Los ministros expresaron su preocupación por los efectos que pudieran tener las "pronunciadas fluctuaciones" de monedas importantes como el dólar en la estabilidad económica y financiera.

En tanto, el director del FMI para América Latina, Anoop Singh, llamó ayer a los gobiernos de la región a proteger sus ganancias de los últimos años, frente a la desaceleración mundial actual y los riesgos de caída de los precios de las materias primas y la inflación. "Nuestro consejo es que si los políticos se centran en proteger las ganancias de los últimos años, América Latina puede resistir mejor a la actual desaceleración mundial que en el pasado", dijo.

En tanto, los países pobres agrupados en el G24, que también integran Argentina y Brasil, dijeron que las naciones industrializadas tienen responsabilidad en las actuales dificultades, por lo que están obligadas a adoptar "acciones decisivas" para librar de un trastorno grave a los mercados emergentes. Indicaron que deseaban fortalecer sus regulaciones y mecanismos de supervisión "a fin de poner el sistema financiero global en una base firme y seguir promoviendo el crecimiento sostenido mundial".

(AFP/AP/DyN)

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