PARÍS (AFP) - Los 30 tripulantes del velero de lujo francés "Le Ponant", secuestrados hace una semana en aguas somalíes, fueron liberados "sin incidentes", y parte de los piratas detenidos, anunció el gobierno francés, que negó el pago de un rescate de dos millones por parte del estado, aunque éste habría sido pagado por el dueño de la nave.

Un comunicado del Elíseo anunció "la liberación de los 30 rehenes, 22 de ellos franceses (además de seis filipinos, un ucraniano y un camerunés), del velero 'Le Ponant', frente a las costas somalíes". El jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas francesas, el general Jean-Louis Georgelin, negó posteriormente que se hubiese pagado "dinero público" por la liberación del pasaje y rechazó pronunciarse sobre un pago por parte del armador del velero de lujo, la compañía CMA CGM.

Una fuente cercana al caso aseguró, sin embargo, que el armador habría pagado dos millones de dólares por la liberación de los 30 tripulantes del barco tras una negociación dirigida de principio a fin por las fuerzas armadas francesas. Una parte del botín fue recuperada en la operación terrestre de las fuerzas armadas francesas que permitió la detención de seis de los piratas, añadió la fuente sin precisar el monto de lo recuperado. El asesor militar de la presidencia francesa, el vicealmirante Edouard Guillaud, explicó que los piratas detenidos ya fueron embarcados para ponerlos a disposición de la justicia francesa.

El general Georgelin informó por su parte que los asaltantes del velero fueron detenidos en tierra "apenas una hora después" de la liberación de los tripulantes de "Le Ponant". "Pudimos seguir la pista a los piratas, lo que nos permitió interceptar a la mitad del comando ayudados por helicópteros", explicó. En la operación participaron "cuatro o cinco helicópteros, medio centenar de comandos y una docena de elementos del GIGN (Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional)". Dos buques de la Armada francesa seguían de cerca al velero desde que hace una semana. Una vez alcanzado un acuerdo para su liberación, los tripulantes abandonaron el velero a bordo de lanchas y embarcaron en uno de estos dos buques militares. Los piratas abandonaron asimismo el velero y se dirigieron a tierra firme. Seis secuestradores subieron a un todoterreno, pero un francotirador francés disparó contra el motor del vehículo para detenerlo. Las fuerzas especiales los detuvieron.