Viernes 11 de Abril de 2008 Edicion impresa pag. 17 > Municipales
Tras 24 días, subsidiados de la UOCRA se fueron de la comuna
Los contratados se instalaron en las veredas del edificio.

NEUQUÉN (AN).- Tras 24 días de ocupar la Sala de Situaciones del edificio de la intendencia neuquina, los subsidiados del gremio de la construcción (UOCRA) abandonaron en la noche del miércoles la medida de fuerza, para concentrar sus reclamos en la explanada de acceso al establecimiento.

Los manifestantes dijeron que la medida es "una muestra de buena voluntad para demostrar que hay interés de dialogar".

Desde el Ejecutivo se advirtió ayer que deberán cambiar todo el alfombrado del sector ocupado.

La finalización de la protesta se dio el miércoles cerca de la medianoche, tras que en las últimas jornadas sólo cuatro manifestantes participaran del reclamo que comenzó el 17 de marzo.

"No abandonamos el reclamo sino que es una muestra de buena voluntad para dialogar", aseguró ayer el delegado de los manifestantes, Víctor Beroíza.

El trabajador explicó que "nos vamos a quedar afuera del municipio hasta que nos den una respuesta" ya que explicó que en los encuentros informales mantenidos ayer no se efectivizó ninguna propuesta diferente.

Los obreros anticiparon que hoy acudirán a la Defensoría del Pueblo para denunciar que desde el municipio se les impide utilizar los baños.

"Tenemos una compañera que está internada en el Castro Rendón porque le hizo

mal el agua que tomamos de las canillas de la plaza, y hay otras dos chicas que también están enfermas", indicó Beroíza, y agregó que ya pidieron la mediación del Obispado en el conflicto.

La ocupación de la sala de reuniones fue la medida de fuerza escogida por los subsidiados, para reclamar el pase a planta permanente de 215 trabajadores.

 

Por concurso

 

La finalización de la protesta se da tras que el Ejecutivo municipal sólo accediera a realizar un concurso para la contratación por un año de entre 15 y 17 trabajadores, propuesta que hasta ayer había sumado la adhesión de un centenar de los manifestantes.

La limpieza del salón demandó más de tres horas y según anticiparon allegados a la intendencia, el alfombrado de la habitación -que ha sido foco de varias protestas- deberá ser íntegramente cambiado, ya que junto a las manchas de mate y otras bebidas, también se sumaron varias rasgaduras y decenas de quemaduras de cigarrillo.

La tareas de reparación y aseo apenas se liberó el recinto.

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