El ex presidente Néstor Kirchner afirmó anoche que desde el peronismo serán "soldados de la causa" del gobierno nacional "apoyando" a Cristina Fernández, convocó a las fuerzas "progresistas" a sumarse al movimiento encabezado por el PJ y calificó las protestas del agro como "signos de intolerancia".
"Somos soldados de la causa nacional y popular y sabemos que apoyando a Cristina vamos a construir un país con mas justicia y equidad", afirmó Kirchner durante un acto realizado en el Centro Galicia de esta capital, convocado por intendentes peronistas de todo el país.
Durante el encuentro, al que llegó acompañado por varios gobernadores y ministros del gabinete nacional, Kirchner convocó a la "unidad" del peronismo, detrás de la gestión de su esposa.
"Este movimiento que representa hoy nuestra presidenta, que sepa ella que nosotros no vamos a estar especulando si estar acá o allá", al tiempo que calificó a la mandataria como "corajuda y digna".
En ese marco, el santacruceño, dejó en claro que desde el justicialismo "venimos a contribuir a la gobernabilidad".
Ante unas dos mil personas, con militantes de distintos municipios del conurbano bonaerense y de la juventud kirchnerista "La Cámpora", Kirchner comenzó a redirigir su discurso hacia los sectores del campo que encabezaron la protesta de 21 días contra el gobierno.
"Esta bien que pensemos en nuestra vida personal, en nuestro destino futuro pero tenemos que tomar las ideas de Evita; antes de pensar en el patrimonio personal pensemos en el patrimonio nacional", dijo.
Enseguida el ex mandatario se quejó de algunos carteles que en los cacerolazos versaban "no comemos carne pingüina': "Yo les respondo, que queremos comer todos los argentinos carne".
El virtual presidente del PJ vinculó las protestas "en Capital" en apoyo al agro, con "sectores ligados absolutamente a sectores militares que actuaron en el ´55 y en el ´76", sendos golpes militares.
En ese contexto recordó que Cecilia Pando, vinculada a sectores militares y de centroderecha, organizaba las protestas de "agresión y descalificación" en la Plaza de Mayo contra el gobierno, mientras Cristina Fernández realizaba su discurso contra el paro del campo.
Fue cuando Kirchner justificó los piquetes "de quienes no tenían para comer" realizados en el 2003, producto de la crisis del 2001, y sentenció: "Causa un profundo dolor que los mas beneficiados por este proceso salgan a cortar rutas, a generar desabastecimiento atacando a la sociedad".
"Nunca más hagan eso", reclamó, para luego considerar que "eso es un signo de intolerancia, la misma intolerancia del '55 y el '76'", agregó.
En otro tramo de su discurso, el ex presidente defendió el modelo económico y opinó que esta etapa "es mucho mas difícil" que la que le tocó gobernar a él porque es "la historia de la redistribución. En un mensaje que pareció estar destinado a algunos gobernadores que buscaron diferenciarse de la actitud del gobierno nacional en el conflicto con el agro, como Mario Das Neves (Chubut) o Juan Schiaretti (Córdoba), Kirchner advirtió: "No podemos tener un pie acá y otro allá", y rechazó "viejos enfrentamientos históricos".