BUENOS AIRES (ABA/ DyN).- El nombre del juez que investiga una parte del caso Skanska (la defraudación) Javier López Biscayart figura entre los candidatos a ocupar una de las vacantes en las salas I y II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal.
Así lo aprobó el plenario del Consejo de la Magistratura reunido ayer en la sala de sesiones del organismo.
El magistrado integra la lista de postulantes para camaristas, después de Guillermo Farah y Jorge Ballestero, y antes que Domingo Montanaro.
De todos modos, son solo dos los cargos a cubrir en dicho cuerpo judicial para reemplazar a los dimitentes Horacio Vigliani y Eduardo Luraschi.
López Biscayart había elevado la parte que investiga de la causa Skanska a juicio oral y procesó al ex titular de Nación fideicomiso, Néstor Ulloa.
También consideró que existen pruebas concretas para enjuiciar a hombres de la AFIP y de Infiniti Group.
La investigación apuntó a la venta de facturas truchas para evadir impuestos, y la asociación ilícita principal era investigada por el juez Federal Montenegro que actualmente es ministro de Seguridad en la gestión de Mauricio Macri en la ciudad de Buenos Aires. Ahora está en manos del juez Sergio Torres.
La parte sustancial de la labor de López Biscayart concluyó, por lo que carece de asidero la especulación que con un supuesto nombramiento se busque "descomprimir" la investigación.
Su labor en la causa, considerada prolija por los especialistas, puede en cambio ser un obstáculo para que López Biscayart llegue a camarista porque de acuerdo a observadores judiciales Farah es muy cercano al oficialismo, mientras Ballestero a quien en los pasillos de tribunales se calificaba de menemista, hoy habría mutado hacia una cercanía notable con el oficialismo. Así en la justicia como en la política.
Para ingresar al concurso los postulantes a camaristas fueron sometidos a un examen escrito y una audiencia pública en la que tuvieron que responder preguntas sobre derechos humanos, aspiraciones personales e incluso causas resonantes a su cargo.
A todos, por ejemplo, les pidieron su opinión sobre el fallo de la Corte Suprema que anuló las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. La mayoría de las respuestas fueron rotundamente a favor de esa anulación.