NEUQUÉN (AN)- Los delincuentes las prefieren a las mujeres. La frase deviene de una suerte de raid delictivo que se produjo en la tarde noche del lunes donde en distintos hechos aislados entre sí, jóvenes armados abordaron a mujeres en locales comerciales y vehículos para robarles plata. Los tres hechos se produjeron en jurisdicción de la comisaría Segunda en un radio de 10 cuadras a la redonda y en menos de una hora treinta.
El primer robo se produjo con las primeras sombras de la tarde, a las 20.25 en calle Perito Moreno 350, en la tienda de ropa Cantarcana. Allí un joven ingresó a cara descubierta empuñando un revólver con el que obligó, a la sorprendida muchacha que atendía el local, a entregar todo el dinero de la caja. El delincuente se alzó con 163 pesos y un celular. La huida la llevó a cabo con destino al Parque Central donde desapareció por completo. De acuerdo a la descripción brindada por la joven a la policía el sujeto mide un metro setenta y llevaba puesta una campera negra.
En tanto, a las 21.15, una maestra jardinera, de unos 45 años, transitaba en una Partner blanca a escasas cuadras de la salita donde trabaja. Al frenar en la intersección de Nordestrom y Pasaje Claro, sintió un estruendo y al girar su cabeza observó que la ventanilla del lado del acompañante estaba rota y un sujeto con un arma de fuego que le sustrajo la cartera. El malviviente, que venía acompañado por otro más, se terminó quedando con 250 pesos y documentación del vehículo. Tras el robo, la maestra condujo bastante aturdida, hasta la comisaría donde radicó la denuncia correspondiente.
Media hora después, en el Ciber Evolution, ubicado en Sarmiento 615, la chica que atiende el local fue abordada por un joven que vestía una campera gris con vivos negros, que aparentemente no estaría vinculado con el primer robo, quien con un cuchillo Tramontina reclamó el dinero. El sujeto se llevó todo lo recaudado hasta ese momento, unos 35 pesos y se dio a la fuga.
Los tres hechos llamaron la atención de las autoridades que ayer les mostraron a las mujeres afectadas fotos de delincuentes para ver si reconocían a sus asaltantes y les requirieron más información física y rasgos faciales de los delincuentes para tratar de elaborar un identikit, pero por el momento de shock vivido no pudieron aportaron demasiados datos.
La trilogía de hecho se resume en tres causas diferentes con igual caratula, robo con calificado por el uso de arma y se encuentran en el Juzgado de Instrucción Nº 2 y en la Fiscalía General.
