Ni la justicia ordinaria ni la deportiva lograron echar luz al supuesto intento de soborno al árbitro Alejandro Juan, quien denunció que un "allegado a Roca" le entregó un sobre con 1.000 pesos antes del partido frente a Liniers, que se jugó el 23 de marzo en el Maiolino. Hoy el de negro regresa a la región, para ser asistente en el partido que disputará Cipolletti con Huracán(TA). ¿Habrá algún avance o el escándalo se apagará sin penas ni glorias?
Lo extraño de todo es que la causa que está en manos del juez Juan Torres se encuentra paralizada, mientras que en el Consejo Federal, el Tribunal de Penas no tocó el tema. Según la fiscal Ana Benito, la denuncia realizada en la comisaría Tercera, unas horas antes del cotejo (el "Depo" se quedó sin la punta y el invicto), el colegiado no especifica el nombre de quien habría intentado coimearlo. Sí dijo que el sujeto se había presentado como periodista, y a la hora de describirlo no titubeó: joven, desenvuelto, calvo y de barba candado.
Los ojos se posaron sobre Ricardo Ovejero, quien confirmó que intentó entrevistar a Juan antes del partido. Por supuesto, negó haberle entregado el diario con el sobre de la presunta coima y juró que fue por una entrevista, bajo el argumento de que le resultaba "sospechoso" que el pampeano volviera a arbitrar a Roca. "Por el momento se trata de un autor desconocido", dijo Benito, quien aseguró que no hay intenciones de tomarle declaración a nadie.
Juan, en tanto, se llamó a silencio. "Cuando esté la sentencia hablamos todo lo que quieras", repite al pampeano. Hoy vuelve a la región.
