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Regina pide cambios a la Ruta 22 que diseñó Nación | ||
El proyecto prevé la travesía urbana con pasos elevados. Impulsan otra idea, con cruces por la zona subterránea. | ||
Cuando hace un mes comenzó la obra de ampliación de la Ruta 22, entre Chichinales y General Godoy, la población reginense comenzó a vislumbrar que el proyecto generaría cambios importantes para la ciudad. Y si bien la obra era reclamada desde hace más de una década, recién en las últimas semanas se pudo conocer con certeza cómo será la travesía urbana en Regina. Esta dilación aparece ahora como un inconveniente, porque los mismos actores locales que un año y medio atrás le sugirieron a Nación realizar pasos elevados en los cruces más riesgosos advierten ahora que el proyecto adjudicado provocará más perjuicios que soluciones a la ciudad. El eje del dilema está en la ubicación de la ruta, que a lo largo de dos kilómetros divide en dos a Regina, separando el sector céntrico de los barrios ubicados sobre la margen sur de la vía. Esta interrelación entre el tráfico de la ruta con la circulación urbana tiene varios puntos peligrosos: la intersección de la ruta y la avenida General Paz en el extremo este de la zona céntrica; el cruce con la avenida Belgrano, en el sector donde se encuentra el monumento a la manzana; la intersección con la calle San Martín, en proximidades de la parroquia Nuestra Señora del Rosario; la rotonda de acceso hacia las calles Cipolletti y 25 de Mayo; y finalmente el cruce con la avenida Rivadavia, en el extremo oeste de la zona céntrica. A esto se suma la intersección con la calle Monseñor Borgatti en el ingreso este a Regina, donde se planificó el ingreso y salida en el circuito de camiones. El proyecto original que ideó la empresa Viarse, del Estado provincial, preveía los cuatro carriles más las calles colectoras en el mismo nivel actual, con divisiones centrales de paneles de hormigón o guard rails. Esto implicaba que a pesar de la ampliación, se mantendría el problema entre el tráfico pasante y el urbano y en consecuencia deberían mantenerse los tres semáforos ubicados en este tramo. En el debate sobre el proyecto que se inició en el 2003 con la participación de profesionales, entidades y el municipio se evaluaron distintas alternativas para tratar de evitar este conflicto. Una de ellas fue la de desviar la ruta para que pase "a las espaldas" de Villa Regina, utilizando la calle Los Nogales que corre al norte de las vías del ferrocarril, desde el Parque Industrial hasta el barrio El Sauce. Otra posibilidad era utilizar la calle Libertad, al sur de la ruta y del arroyo Salado; y también se evaluó realizar pasos elevados en algunos puntos, para mantener un flujo constante en la ruta sin interrupciones. Esta última propuesta fue presentada hace un año y medio a Vialidad Nacional, sin que el municipio o las entidades que participaron en el debate del proyecto hubiesen recibido notificación acerca de la evaluación del organismo nacional. Sin embargo, cuando en las últimas semanas tuvieron precisiones sobre las tareas que llevará adelante la UTE entre las empresas Vial Agro y Sapag, se supo que los pasos elevados habían sido previstos, en la intersección de la ruta con las calles Borgatti, España y a la altura de la rotonda de acceso a Regina. En la primera de las intersecciones la ruta se elevaría hasta cinco metros para permitir el paso de camiones que ingresen hacia la calle Borgatti. Pero uno de los puntos más complicados será la intersección con la calle España, donde la ruta se elevará alrededor de cuatro metros, mientras que la calle España y Santa Flora, descenderán alrededor de 80 centímetros. Algo similar ocurrirá en la intersección con las calle Cipolletti y 25 de Mayo. Con la simulación de las obras en imágenes tridimensionales, el impacto de la obra fue más palpable. Y las opiniones iniciales cambiaron. Por eso, instituciones, profesionales y el municipio pidieron a Vialidad que se considere la alternativa de que la ruta tenga pasos subterráneos en los cruces con las calles España, Cipolletti y 25 de Mayo, manteniendo el tránsito urbano por la superficie. Este pedido, que ya fue elevado para que sea analizado, cambiaría totalmente el proyecto aprobado y en ejecución, y demandaría una inversión mayor a los 122 millones de pesos pautados para la ejecución de los 21 kilómetros de este primer tramo. No obstante, se mantiene la esperanza de que esta segunda alternativa sea evaluada favorablemente, ya que aún restan varios meses para que se inicien los trabajos concretos en Regina. PABLO ACCINELLI regina@rionegro.com.ar | ||
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