La presidenta Cristina Fernández de Kirchner intentará hoy en París que su par de Francia, Nicolas Sarkozy, ayude a la Argentina a destrabar la negociación por la deuda de casi 7.000 millones de dólares con el Club de París, que integran las naciones ricas del mundo.

Se trata de un tema muy delicado para el gobierno nacional, ya que si un aval de esta agrupación de grandes acreedores, la Argentina se quedará sin acceso al crédito internacional. Esto perjudicará la ejecución de importantes inversiones en la infraestructura y en la industria.

Hasta ahora, la Argentina ha fracasado en su intento de llegar a un acuerdo con las naciones acreedoras sin someterse a los controles del FMI. Se verá hoy si Sarkozy se atreve a avalar la posición Argentina.

Además del impulso que le pueda dar a las negociaciones por la deuda, el otro gran motivo de la visita de la Presidenta a Francia es almorzar con Sarkozy para repasar las novedades sobre la situación de Ingrid Betancourt y las negociaciones en marcha para conseguir su liberación a manos de la guerrilla de las FARC.

Por ese motivo, la presidenta participó ayer de una multitudinaria manifestación en París que reclamó la liberación de la ex candidata presidencial de Colombia (Ver pág. 16).

La reunión de hoy con Sarkozy supone para la estrategia de la Rosada un momento propicio para explorar además con el presidente francés un arreglo de la deuda que la Argentina tiene con los países ricos del Grupo de los 7, desde la crisis económica y cesación de pagos en diciembre del 2001.

El gobierno asegura contar con una propuesta de pago que requiere de un empujón político para que pueda echar a andar. De prosperar esa propuesta y llegarse a un acuerdo,se estaría dando un paso importante hacia la normalización de las relaciones financieras con el resto del mundo.

La idea del gobierno, publicada ayer por el matutino "Clarín", sería realizar un pago al contado (ponen como ejemplo un 20% del total, unos 1.400 millones de dólares) y refinanciar el resto. La contrapartida que se pedirá al Club de París es que el dinero desembolsado cash retorne en forma de un crédito nuevo.

Sarkozy mantiene buena relación con Bush, presidente de EE. UU., país que tiene el voto decisivo en el Club.

A propósito, el próximo jueves vendrá a Buenos Aires para reunirse con Cristina y otros ministros Thomas Shannon, el hombre de Bush para la región.

Esto quiere decir que la presidenta tiene una buena oportunidad de presentar en la misma semana, ante Francia y los Estados Unidos, una solución para el pago de la deuda al Club de París.

Pero como el país está en falta porque hace siete años que no paga un peso de esta deuda de 7.000 millones de dólares y lo que busca es una refinanciación, el Club de París exige que primero el Fondo Monetario supervise las cuentas.

Es una intervención que tanto el ex presidente Néstor Kirchner como ahora Cristina descartan de plano. Un atajo para superar este obstáculo es que los países ricos acepten que el auditor de la economía argentina sea otro organismo multilateral, como la OCDE.

Desde el gobierno se especula con que a Francia le convendría un acuerdo ya que es una empresa francesa, Alstom, la que hará el tren de alta velocidad Buenos Aires-Rosario-Córdoba.

(Fuentes: "Clarín" y La Nación)